Ayelén Roldán, de 19 años y con un embarazo de seis meses, apareció estrangulada en la casa donde trabajaba como niñera de cinco chicos, en Glew, en circunstancias poco claras para las autoridades policiales. Hasta el momento lo único cierto es que fue ahorcada con un cable y que el varón que esperaba para octubre no nacerá.
Una de las hipótesis que manejaban ayer los investigadores era que la muerte de la joven haya ocurrido tras un acto sexual con el matrimonio de la casa donde trabajaba, que son swingers y que en la noche en que dejaron a Ayelén en su casa fueron a encontrarse con otra persona para tener relaciones.
Natalia, dueña de la casa en la que murió Ayelén, que declaró ante la justicia que la noche del lunes tuvieron sexo grupal ella, su marido y la joven fallecida, dijo que se fueron de la casa a las 20.30 y al regresar estaba muerta en la cocina.
Pero el marido de la víctima desmintió que su esposa fuera swinger ni que trabajara como niñera de los cinco hijos de la pareja acusada del crimen. “Ellos dos la mataron”, aseguró el joven quien presenta rasguños en un hombro y en la espalda y estuvo demorado en la comisaría donde ayer una marcha de familiares y amigos de la víctima terminó con disturbios.
A la hipótesis de una muerte en un contexto de una “fiesta sexual”, ahora otra de las posibilidades que maneja la policía es si se trató de un robo, ya que en la casa se detectó un gran desorden y faltante de objetos de valor.
Los integrantes del Comando Patrulla (CP) de Almirante Brown, al entrar a la casa encontraron varios objetos tirados en el piso y también fueron alertados por la pareja sobre la falta de dinero en efectivo y ropa del lugar.