Un joven de 22 años murió ayer a la tarde en una celda de la comisaría 3ra. de San José como consecuencia de un “paro cardiorespiratorio por asfixia mecánica” según consta en la autopsia, aunque la familia del joven -que había sido detenido por una pelea con un vecino- duda de esa versión tras detectar marcas que no tenía al momento de la detención.
Se trata de Gonzalo Fernández, empleado de un sodería, padre de dos nenas de 2 y 6 años y vecino del barrio San José. “No me cierra que se haya ahorcado”, dijo el padre a Brown On Line, recién llegado de la Morgue Judicial, donde advirtió marcas en el rostro que el joven no tenía al momento de la detención. “Tenía dos marcas en la frente y una en la mejilla y no era de la piña que le habían pegado en la pelea del viernes”.
La muerte se produjo ayer a las 4 de la tarde y según le dijeron a la familia se ahorcó con la remera. El informe forense dice “asfixia mecánica” lo cual implica cinco causas: estrangulamiento, ahorcamiento, sofocación, aplastamiento o sepultamiento. Un detalle: nadie de la familia pudo ver a Gonzalo durante las 14 horas de detención hasta la hora del deceso.
“El viernes a la noche, en la esquina de Belgrano y José Sánchez (a una cuadra de avenida Amenedo), se peleó con un vecino, un señor de más de 40 años lo increpó y le pegó una píña sin decirle nada. Gonzalo reaccionó y empezaron a pelearse pero los hijos de este señor se metieron y le pegaron a él entre todos, pero también vinieron a mi casa y le pegaron a la mujer de mi hijo y también a mí”, le contó a Brown On Line Julio César Fernández, el padre del joven fallecido.
El sábado a la noche Gonzalo intentó ir hasta la casa del vecino -que vive a media cuadra de su casa- que había iniciado la pelea. Era la madrugada y había estado “tomando unas cervezas”, contó su padre. Su familia lo frenó pero los gritos alertaron a los vecinos que llamaron a la policía. “Se lo llevaron, sin decir nada. Lo llevamos para que se calme porque lo denunciaron los vecinos”, nos dijo la policía. Eran alrededor de las 4 del domingo, noche del sábado.
Ayer le dijeron que vayan a la tarde a llevarle la comida y algunas frazadas, tarea de la que iba a encargarse su mujer y “en eso llega un patrullero a la casa y le dice que tiene que ir el padre o la madre porque el joven tenía una causa abierta hace 90 días, por un robo en Quilmes”, narró su padre. “Estoy muerto. Ahora tengo que velar a mi hijo”, le dijo a este medio en medio del llanto.
Comentarios 1