La altísima inflación, la consecuente pérdida del poder adquisitivo y la imposibilidad de seguir financiándose con la tarjeta de crédito impactaron en la economía minorista. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) esa caída fue del 4,4 por ciento durante marzo comparado con el mismo mes del año pasado y acumula así una caída de las ventas fue de 3,7 por ciento durante los primeros tres meses del año.
“Las ventas en marzo continuaron apagadas, al ritmo de un consumidor que continúa sintiendo la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos, que tiene sus tarjetas cargadas y que está tratando de reordenar sus finanzas personales”, analizaron desde CAME.
En cuanto a los distintos rubros, las caídas pronunciadas se dieron en joyerías y relojerías (-7,2%), textil-blanco (-6,4%), jugueterías y librerías” (-5,8%), y bazares y regalos (-5,4%) y las más suaves se registraron en artículos deportivos y de recreación (-2,2%), farmacias (-2,9%) y alimentos y bebidas (-3,6%).
Todos los rubros minoristas relevados por la entidad vieron reducidas sus transacciones pero con fuertes disparidades entre provincias. Las más afectadas fueron las limítrofes con Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay, o sea Misiones, Corrientes, Mendoza, Salta, Jujuy, San Juan y Entre Ríos, entre otras.
Mientras en la Ciudad de Buenos Aires las operaciones cayeron 3,5%, en Córdoba y Santa Fe la baja fue de 1%, en Mendoza se redujeron casi 11%, en Misiones se desplomaron 12%, en Entre Ríos declinaron un 9,3%, y en Santa Cruz lo hicieron un 7,3%.