El Gobierno Nacional ordenó a Gendarmería el desalojo de los trabajadores que cortaban la Panamericana, a la altura de la ruta 197, dejando un carril abierto, en el marco del paro nacional. Los afectivos recibieron la orden de avanzar de parte de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y reprimieron a los manifestantes, tirando gas pimienta y utilizaron camiones hidrantes.
“Se les ha advertido a los manifestantes que queremos que liberen la Panamericana, que dejen circular a la gente, y ahora se pone en marcha el protocolo de la Gendarmería y, si no responden, actuarán. Actuar significa desalojar para que la gente pueda trasladarse no solo por las vías laterales sino por la vía central”, explicó la funcionaria.
Finalmente fue despejado un carril en la mano con dirección hacia Buenos Aires, donde estaba la mayoría de los manifestantes. Con el correr de los minutos el carril en sentido norte quedó totalmente liberado.
Al rato llegó el subsecretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, quien ratificó la intención del Gobierno de no tolerar los cortes. Dijo que la expectativa era que de a poco los manifestantes fueran dejando libre el resto de los carriles.
Tras los avisos del jefe del operativo de que aplicarían el protocolo antipiquetes, los gendarmes avanzaron y quedaron cara a cara con los manifestantes. En ese momento se registraron forcejeos y empujones, en medio de gritos contra la Gendarmería y el Gobierno.