Sin debate y por unanimidad, el Senado de la Nación convirtió anoche en ley el proyecto sobre la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de cannabis y de sus derivados para el tratamiento de enfermedades como la epilepsia o el alzheimer. La iniciativa fue apoyada por todos los bloques y votada en un rápido trámite a pedido del senador del Frente para la Victoria Juan Manuel Abal Medina, quien requirió que se apuraran los tiempos debido a que la sesión se venía extendiendo durante cinco horas por otros asuntos y un grupo de madres y niños que apoyaban la sanción esperaban en un salón contiguo.
El proyecto aprobado hoy establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor de la planta de cannabis y crea un programa nacional para el estudio y la investigación de su uso. El Ministerio de Salud, además, debe garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios, ya sea a través de la importación o la producción por parte del Estado nacional, para lo que autoriza el cultivo de plantas de marihuana al Conicet y al INTA.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) permitirá la importación de aceite de cannabis, cuya provisión será gratuita para quienes estén incorporados al programa a través de un registro nacional.
El proyecto establece que el Estado impulsará la producción pública de cannabis y su industrialización para uso exclusivamente medicinal, terapéutico y de investigación.
Sobre el alcance de la iniciativa, Abal Medina afirmó que “este proyecto quiere acompañar a las madres y padres en la búsqueda de aquellos tratamientos que mejoren la salud o colaboren con el bienestar de sus hijos”. “El Estado no puede ser indiferente ante ese dolor y esa búsqueda. Y es importante que esta ley sea puesta en marcha de manera inmediata”, enfatizó.
María Laura Alasi, la primera madre en obtener la autorización de la Anmat para importar ese producto a fin de tratar la epilepsia refractaria que padece su hija de cuatro años, aseguró que la ley es “un sueño cumplido” para todas las familias que lo necesitan y corona “tanta lucha” para lograrla. Alasi, quien es fundadora de Cannabis Medicinal Argentina (Cameda).
“A pesar del avance que significa la investigación médica y científica sobre el uso del cannabis medicinal y sus derivados y el gran paso que es la aprobación de esta ley, existen algunas cuestiones que no están contempladas y que son muy importantes como el autocultivo”, dijo a Télam Adriana Funaro, activista por la despenalización del consumo de marihuana.
Funaro, de 46 años, madre y abuela, permanece en arresto domiciliario hace más de un mes por tener en su casa plantas de marihuana para elaborar el aceite y calmar los dolores que le provocan la artrosis y otros malestares, expuso. También apuntó a los usos paliativos en cáncer, VIH, fibromialgia o artritis, problemas de columna y otras patologías en las que “el cannabis hace que el dolor desaparezca sin efectos secundarios”.