Diseña videojuegos, trabaja en el área de estadísticas y contenidos deportivos de una plataforma digital de información y ama al maestro el terror, pero jamás imaginó escribir un libro monumental llamado “Todo sobre Stephen King”. Este escritor inesperado nacido y criado en Adrogué se dejó arrastrar por la pasión que le encendió Stephen King cuando dejaba de ser un niño.
Ariel Bosi leyó Stephen King a los 13 años, su madre lo inició en el supremo placer de leer a este autor, considerado el más importante en su género: el terror. Empezó con Maleficio y ya no pudo parar. Le siguieron Cristine y El pasillo de la muerte a los que llegó por cuenta propia. Para entonces el joven de Adrogué ya era un lector cautivo del maestro del terror. “A mi me gusta disfrutar de mi lectura y tengo la suerte de que me cautivó un autor que es muy prolífico”, le dice a Brown On Line.
En 2006 rumió la idea de hacer algo sobre King. “Un libro”, pensó. Y lo hizo. Lo publicó en noviembre en España, en marzo en Argentina y Uruguay, en abril en Chile. Le seguirán Colombia, Ecuador y México. “A los 16 años con El pasillo de la muerte no puedo decir que pensaba en hacer una obra de King pero sí supe quería leer todas sus obras, pero trato de ser objetivo. Hay libros de King que no me gustan”, reconoce. “El género te lleva a la sorpresa pero nunca he dejado un libro por la mitad por la misma naturaleza del género de terror”.
“El bazar de los malos sueños”, último libro del estadounidense Stephen King se encuentra en la cima de los libros más vendidos de la semana del 17 al 23 de abril, según la información proporcionada por el grupo Ilhsa y las librerías Cúspide.
El original tenía casi 600 páginas que Ariel debió reducir por pedido de Penguin Randon House Mondadori. “King autorizó mi libro, que tiene datos reales, chequeados por el mismo autor. Es que el propio King en ´Mientras escribo´ presenta ciertas anécdotas de su vida que en otros libros son diferentes. No hay que olvidarse que King es un escritor de ficción. Es que a veces la verdad es mucho más plana que si lleva un poco de su talento de ficción”, reflexiona Ariel.
Adrogué: la biblioteca del terror
Aquellos libros que su madre había comprado Ariel se los robó, como si él mismo fuese un personaje creado por su autor favorito; hoy los tiene en la biblioteca de su casa de Adrogué. Pero no son los únicos. Su colección es fastuosa. “Tengo ediciones en cajas, ilustradas, limitadas, que las fui coleccionando. Me gusta coleccionar cosas.”
El primer libro lo fue llevando al segundo, como ladrillos que incorporó en una pared de palabras. Hoy tiene más de 700 libros de King, 70 de ellos autografiados por el autor, a quien conoció en New York, lo tuvo a dos metros. Luego lo escuchó en una conferencia en Meriland, donde le estrechó la mano. Y otra vez en Sarassota, Florida, lo vio pero no pudo saludarlo. “King maneja un universo alrededor suyo pero tiene sus oficinas donde seguramente le caen propuestas para vender sus derechos: King es una marca que ha publicado más de 70 novelas”, dice.
El primer borrador de su libro tenía 613 páginas. Le habían pedido que lo recortase a menos de 600. “Pero no quería hacer un libro con retazos de Wikipedia -la enciclopedia digital-. Entonces pensé en un trabajo dinámico. No fue fácil. Empecé desordenado y luego fui dándole un orden al trabajo: su biografía, la bibliografía, luego la filmografía, en la que trabajé más de un mes”, revela Ariel, el biógrafo de Stephen King y vecino de Adrogué.