Una docente del colegio privado San Cayetano recibió dos amenazas de muerte, una de ellas con una bala en un folio, si no aprobaba a los alumnos que debían rendir examen.
Según publica el diario Hoy de la ciudad de La Plata, las amenazas fueron realizadas primero a través de cartas. La primera de ellas se entregó a través de una persona a la mujer y la segunda fue enviada a su domicilio. Luego, hubo un “recordatorio” con una pintada en la escuela.
“Tengo mi pistola lista para disparar a unas 4 personas al azar el día 15 de febrero cuando esté rindiendo tu materia. Te voy a dejar elegir entre aprobar sí o sí a todos los chicos que rindan matemática de cuarto o disfrutar conmigo”, decían las cartas.
Las amenazas se realizaron a través de varias cartas, la primera entregada por una persona a la docente y la segunda enviada a su domicilio. Según los voceros del Ministerio de Educación, la maestra realizó la denuncia en la comisaría cuarta de la capital bonaerense. A raíz de esta situación, desde la Policía enviaron un patrullero al establecimiento el día de la mesa de exámenes de matemáticas, donde de 13 alumnos examinados, dos aprobaron, cuatro estuvieron ausentes y diez resultaron desaprobados.
La docente amenazada, que tiene también a su cargo la materia Físico- Química en ese colegio, encontró en su domicilio un sobre de papel madera con una nueva nota amenazadora y una bala adentro. “Le informo que necesito aprobar Física el 21 de febrero sí o sí para no repetir y cuento con usted. Voy a estar listo para todo. Un amigo va a entrar conmigo con el uniforme del colegio prestado y un arma. Cuando yo le de la señal, él te va a disparar”, dice la última nota recibida donde también decía que si hacía la denuncia “iban a prender fuego mi casa” y por último, que le iban a dejar un “recordatorio” en la escuela.
Días después la escuela apareció con una pintada en el patio que decía Acordate Adam. El examen es el 21/2″.
Estoy muy triste”, manifestó la docente y agregó: “Siento que estoy mirando una película de la cual no me siento protagonista”, dijo la docente, afectada. “El examen se va a tomar pero no lo hago yo. Sería imposible con la carga emocional que tengo”.
La mujer tiene custodia policial en su domicilio y también en su lugar de trabajo.