El domingo cuatro ladrones armados asaltaron la heladería Grido, de Rafael Calzada y luego de una cinematográfica persecución y tiroteo, fueron detenidos. Ahora se supo que el jefe de la banda era un agente de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
El policía involucrado en dicho ilícito, a quien le incautaron tres cigarrillos de marihuana, fue sorprendido a escasos metros de la comisaría de la zona, mientras estudiaba el lugar, presuntamente con el objetivo de averiguar los movimientos habituales de la seccional y para determinar la situación de sus cómplices.
Los voceros del departamento judicial de Lomas de Zamora revelaron que los hechos comenzaron en la avenida San Martín al 3200, casi en el cruce con Intendente Martín González, cuando los individuos consumaron un robo en una famosa heladería, oportunidad en la que sustrajeron 19.780 pesos y encerraron a los empleados en el fondo del local.
El personal del Comando de Patrullas que transitaba por avenida San Martín observó un Fiat Palio de color bordó que estaba en marcha, con las puertas abiertas, con un hombre al volante y una mujer en la parte trasera, los que al percatarse de la presencia policial, hacen subir a otras dos hombres y salieron corriendo del interior de un local de la cadenas de heladerías Grido.
Aceleraron la marcha y escaparon de la policía a alta velocidad, mientras le disparaban al móvil, que recibió ocho tiros de distintos calibres. Pidieron refuerzos para repeler la agresión. Se sumó la Policía Local de Almirante Brown y de otros móviles del comando de Patrullas, que realizaron un operativo cerrojo y luego de transitar por diferentes calles de San José y Rafael Calzada, en Martín Rodríguez y Bouchard de Adrogué, los oficiales interceptaron el rodado y capturaron a tres de los ladrones. Uno de ellos escapó.
A los apresados, que residen en Longchamps, se les incautó una pistola Bersa Thunder 9 milímetros con tres municiones en el cargador; un revólver Tiver 22 largo que tenía cinco vainas servidas en los alvéolos; una gorra azul similar a las utilizadas por los policías; varios teléfonos celulares, y el dinero robado en la heladería.
Unas horas más tarde la policía logró detener al cuarto delincuente comprobándose que era un agente del Cuerpo de Tránsito de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y que además era esposo de la mujer apresada momentos antes. En poder del funcionario se incautó una pistola 9 milímetros con 17 municiones y tres cigarrillos de marihuana.