Una joven madre de Glew denuncia que su ex marido, policía de la comisaría de Rafael Calzada le quitó a su hijo, la amenazó de muerte a ella y a toda su familia, además de someterla a una espiral de violencia que la joven sufrió incluso estando embarazada. “El sábado, cuando yo volvía del trabajo, me sacó el nene de los brazos”, le dijo Marina Pintos a Brown On Line.
La situación empieza hace un año y medio. Marina, cansada de la violencia de su pareja, se fue de la casa que compartían, pero no consiguió un lugar donde quedarse y debió pasar varias noches durmiendo en la calle con el niño. “Puede ser que estuve mal porque lo dejé con el padre pero no quería que mi hijo estuviera pasando necesidades: tenía hambre, tenía frío, me pedía comida y no tenía. No era vida eso para nosotros”, narra la joven de 21 años.
“Yo jamás me alejé de mi hijo. Cuando conseguí un lugar para estar el padre me decía que él tenía la custodia del nene y no me lo dio más. Hace un año y medio que estoy de juzgado en fiscalía tratando de saber la razón por la cual mi hijo no vive con su madre, como tiene que ser, pero nadie me da una respuesta”, dice la joven.
“Todos por Bauty” es el Facebook al que la joven convoca a sumarse. “Hasta que no tenga a mi hijo no voy a parar”, dice Marina. Y adelantó que preparan una marcha para febrero.
Nahuel Ángel Montiel (26 años) es la ex pareja de la joven. Policía en actividad de Rafael Calzada, retiene los documentos del niño y la obliga a la madre del chico a quedarse a dormir en su casa para dejarle verlo. “Cuando me lo llevo a pasear me dice que yo tengo secuestrado a mi propio hijo”, denuncia la madre, que está amenazada de muerte por Montiel. “Me amenaza todo el tiempo. Me dice que si me él me mata me va a tirar en un lugar donde nadie va a poder encontrarme”, dice la joven.
Marina sufre la violencia del policía Montiel desde que eran novios. “Supuse que estaba nervioso porque estaba cansado, porque iba a la escuela de policía de lunes a viernes y nos veíamos los fines de semana. Pero me pegó estando embarazada y me amenazó con el arma reglamentaria en la cabeza”, denuncia la joven, que por es razón decidió separarse. Y aporta un nuevo hecho. “Me tiró del auto en Longchamps, me abracé al nene para que no me tire. Junto con la hermana me empujó a la calle, en medio del campo”.
El hombre le retiene los documentos del niño, lo anotó en una colonia de vacaciones y no le permite a la madre retirarlo, ni de ese lugar ni del jardín de infantes. “Me obliga a quedarse en su casa, a someterme al maltrato de él y de su familia, que me denigra todo el tiempo, para poder ver a mi hijo”, cuenta. “Hice un montón de denuncias porque él me pegaba estando embarazada”. Ninguna de esas denuncias prosperó. Marina dice que mucho tiene que ver en eso que Nahuel es policía.
El 11 de enero pasado se presentaron tres patrulleros y un auto particular en la casa de un familiar de Marina, mientras la joven trabajaba. Sin ninguna orden de allanamiento, según denuncia la joven madre, entraron a la casa para buscar a Marina y a su hijo. “Revolvieron todo para buscar a mi propio hijo para sacármelo”, narró indignada.