Profesionales y familiares del Dispositivo de Atención Integral para niños y niñas (AIPANN) que funciona en el Hospital Interzonal Estéves de Temperley, partido de Lomas de Zamora, alertaron que el Ministerio de Salud bonaerense ordenó el traslado de ese espacio de atención al mismo edificio en el que funciona una institución para adictos mayores y que, para colmo, está al lado del Tiro Federal de Lomas de Zamora. Mañana, en forma de protesta, realizan una jornada abierta a la comunidad en apoyo a la institución y cortarán la calle Garibaldi al 1600 desde la 10 de mañana.
El AIPANN funciona desde el 2008 en el Estéves donde atiende a chicos de entre 3 y 11 años, muchos de ellos en situación de vulnerabilidad social, que padecen patologías graves relaciones a los trastornos generativos de desarrollo que requieren una tratamiento temprano y permanente. Muchos de los pacientes son derivados por centros de Estimulación Temprana, escuelas y otros hospitales públicos tanto del conurbano como de la Ciudad de Buenos Aires.
“En el 2015 la asociación civil que nos daba nombre se retira y en ese momento le planteamos al Ministerio seguir funcionando en la estructura del hospital y que los recursos que eran derivados a la asociación se le dieran al Esteves. Nos dijeron que sí pero con el cambio de gestión en el gobierno de la provincia de Buenos Aires nos retiraron el subsidio”, explicó la coordinadora general, Mercedes Pérez, en una entrevista radial con el programa de Victor Hugo Morales en AM 750.
Este espacio de contención tiene unos seis mil encuentros con niños por año. En la actualidad, hay nueve chicos que son atendidos de forma permanente y extendida en el hospital de día, mientras que otros 40 llegan a través de los consultorios externos. Pero, lamentan los profesionales, hace cerca de un año atendían el doble de casos en el hospital de día y un tercio más por consultorios, pero la falta de presupuesto para las áreas los obligó a “reducir la cantidad de pacientes”. Es más, el dispositivo se sostiene gracias a la voluntad de los profesionales y estudiantes contando, como muchos servicios de los Hospitales públicos, con un solo coordinador rentado.
A esta problema presupuestario se le suma que desde el Ministerio decidieron el traslado de ese espacio de atención el traslado a el Pueblo de la Paz, un centro de rehabilitación de adictos en las afueras de la ciudad, pegado a un polígono de tiro, sobre la avenida Juan XXIII. “Es imposible atender ahí a los chicos, porque no cuenta con espacio que este separado sin un lugar que esté separado del centro de rehabilitación de adicciones”, relata Perez quien explica que desde el punto de vista de la seguridad tampoco el lugar es viable. “Tiene una sola entrada que permanece abierta y da directamente a la ruta. No es accesible para los padres y esta al lado del polígono de tiro con el sufrimiento que ocasiona en los niños que nosotros atendemos la pirotecnia, los ruidos, los tiros”.
El próximo lunes será un día clave para las cerca de 50 familias que asisten al lugar y los profesionales que atienden en ella. Es que fueron convocados desde la Dirección de Hospitales que encabeza Leonardo Busso, reemplazo de Alberto Lazo -que había renunciado en medio del malestar creciente entre los médicos de los hospitales públicos de la provincia-, para intentar formalizar la anunciada decisión.