El Senado aprobó por unanimidad la Ley de Trombofilia, que establece que todos los análisis que diagnostican la enfermedad sean de rutina en mujeres en edad fértil y pre-fértil, y su incorporación al Programa Médico Obligatorio (PMO), así como también incorpora el tratamiento y medicación correspondiente.
La ley que contó en la Cámara Alta con el impulso del senador Juan Manuel Abal Medina (PJ-FpV) promueve la detección temprana de la trombofilia, trastorno que afecta sobre todo a las mujeres en el curso de su embarazo, y que causa riesgos y complicaciones gestacionales como son los abortos tempranos recurrentes de menos de 10 semanas de gestación, la muerte fetal intrauterina, el parto prematuro, la restricción de crecimiento intrauterino, el desprendimiento prematuro de placenta y la preeclampsia.
Qué es la trombofilia
Las trombofilias son desórdenes de la coagulación de la sangre con tendencia a la hipercoagulabilidad (formar coágulos o trombos). Estas tendencias son frecuentes, ya que alrededor del 10% de la población es portador de este rasgo. Pueden ser totalmente asintomáticas, pero se asocian a un mayor riesgo de trombosis tanto en hombres como en mujeres. El riesgo de trombosis en mujeres aumenta durante el embarazo y el puerperio, durante la toma de anticonceptivos orales que contengan estrógenos, con el uso de hormonas que se usan en la estimulación ovárica en los tratamientos de fertilización asistida y con el uso de terapia de reemplazo hormonal durante la menopausia.
Las trombofilias se pueden asociar con mayor riesgo de complicaciones gestacionales como aborto temprano recurrente de menos de 10 semanas de gestación, muerte fetal intrauterina, parto prematuro, restricción de crecimiento intrauterino, desprendimiento prematuro de placenta y preeclampsia. En el mecanismo que lleva a las complicaciones de embarazo están implicadas la hipercoagulabilidad y la inflamación, afectando el normal desarrollo embrionario y fetal por mala irrigación e hipoflujo.