Las cantidades vendidas por los comercios minoristas bajaron 9,8% en junio frente a igual mes del año pasado, y registraron el sexto mes consecutivo de retracción, de acuerdo con un relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Frente a este desolador escenario, los comercios se ven obligados a rebajar los precios por la abrupta caída de las ventas. En las principales arterias comerciales ya se pueden ver atractivas ofertas para llamar la atención de los consumidores, que están cautelosos a la hora de gastar cada peso. La inflación exponencialmente desde diciembre y los tarifazos redujeron la capacidad de consumo de las familias.
En los últimos doce meses del año, la inflación alcanzó el 44,4%, lo afecto fuertemente el poder adquisitivo de los salarios. Por su parte los comercios deben enfrentar la suba de hasta el 600% en las tarifas de energía eléctrica, entre otros costos fijos, y también el resultado de la paritaria, que contempla un aumento salarial del 20% por seis meses(hasta septiembre) y el pago de dos sumas fijas no remunerativas de $1000 cada una.
“Junio fue un mes muy malo para el consumo. Es el sexto mes consecutivo en que las ventas se retraen, agravando la situación de las empresas del sector, que con poco margen de liquidez, deben afrontar las fuertes subas en los costos de la actividad“, indicó la entidad.
“El consumidor volvió a controlar con meticulosidad su presupuesto, evitando compras innecesarias y tratando de encontrar los mejores precios y las ofertas más convenientes del mercado. La situación es grave, porque no se trata de una retracción por expectativas desfavorables, sino por la pérdida concreta de ingresos en muchas familias que las obliga a recortar su canasta de consumo“, se informó.