Un hombre mató a otro de un fierrazo en la cabeza cuando lo confundió con un ladrón que, presumía, había entrado para robar en el lugar donde trabajaba el sujeto que terminó convirtiéndose en asesino.
El hecho ocurrió en Florencio Varela, en la calle Manuel de Falla 1379, entre Pehuajó y Bragado, donde un hombre de 66 años llamado Paulino López, vendía pastelitos y naranjas en ese barrio del sur de conurbano bonaerense, murió tras recibir un golpe con una barreta de hierro.
Paulino entró al taller de chapa y pintura, donde lo recibió el empleado, Patricio Rubén Domínguez, de 44 años, quien sin mediar palabra alguna le aplicó un fierrazo en la cabeza. Paulino se desmayó y cayó, inconsciente.
El imputado estaba lijando un rodado en reparación cuando ingresó la víctima López con el fin de vender pastelitos y frutas. Domínguez no esperó ni preguntó nada: tomó una barreta y le aplicó un fierrazo en la cabeza.
Por un llamado al 911 acudieron la policía y la ambulancia, que lo trasladó de inmediato al Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, donde murió a los pocos minutos. Entretanto, el agresor quedó detenido, acusado de asesinato.