El PAMI es otro de los organismos afectados por la motosierra de gobierno de Javier Milei. Desde comienzo de la semana más de 200 trabajadores de la obra social de los jubilados, sin ser notificados, han visto prohibido su ingreso a sus lugares de trabajo. Los despidos se dieron también en las delegaciones de Almirante Brown.
En total ya serían más de 550 despidos en el PAMI en los últimos 13 meses, 300 entre diciembre y enero. Los gremios denuncian que los despidos no responden a criterios de eficiencia, sino a un ajuste político y económico que afecta a trabajadores de distintas gestiones.
En Almirante Brown ya son dos los trabajadores despedidos de la agencia Adrogué, en áreas sensibles del instituto dejando a la deriva y perjudicando la atención a a jubilados y pensionados del distrito.
Las trabajadoras y los trabajadores denuncian que hay servicios que prácticamente quedan vacíos. Fueron despedidos médicos, psicólogos, trabajadores del centro Eva Giberti, un centro de atención a víctimas de violencia de género especializado en gerontologia, hoy desmantelado. Trabajadores del servicio de ambulancias y representantes de atención de la línea 138 de consultas telefónicas.
En el caso del PAMI, el achicamiento ya había comenzado a principios de diciembre pasado, cuando el Gobierno restringió el acceso de los jubilados a los medicamentos gratuitos, al determinar que deberán llenar un formulario y cumplir con ciertos requisitos de ingresos para poder obtenerlos. La medida afectó a entre 2,1 y 3,1 millones de jubilados,
Los gremios anunciaron un plan de lucha ante la oleada de despidos, que incluirá asambleas en todas las oficinas del organismo nacional, con la posibilidad de multiplicar las acciones en defensa de la obra social.