La motosierra del gobierno nacional, a cargo de Javier Milei, pasa por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), comando ahora por Nicolás Bronzovich, y peligran más de 1.500 puestos de trabajo. Luego de paralizar proyectos y avanzar con retiros voluntarios y jubilaciones forzadas, ahora pretende encarar un proceso de despidos y venta de tierras.
Las alarmas en los trabajadores se encendieron debido a un “plan de acción comercial” que contempla la venta y concesión de más de 27 mil hectáreas repartidas en más de una veintena de estaciones experimentales del Inta, donde ese instituto hace tarea técnicas sobre distintos cultivos.
En efecto, a través de un documento, la administración libertaria busca achicar más de 1.500 puestos de trabajo, vender tierras y avanzar con el ajuste y control político del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). De esta manera, a un mes de haber asumid, tras la renuncia de Juan Cruz Molina Hafford, Bronzovich (de Aapresid) elaboró una propuesta de ajuste que incluye la reducción inmediata de 1.043 puestos de trabajo, la venta de tierras y edificios, y un fuerte ajuste de gastos en viáticos y combustibles.
En concreto, el documento titulado “Propuesta de Presidencia de INTA para el análisis y decisión del Consejo Directivo en el Corto plazo (Noviembre-Diciembre 2024)”, el funcionario libertario expone los puntos que ofrecería el INTA a los Ministerios de Economía y de Desregulación, que vienen pidiendo un ajuste sobre una planta de 6.424 profesionales, técnicos y administrativos, que están dispersos por todo el país.
Nicolás Bronzovich, presidente del INTA, es productor de Balcarce y miembro de la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid), entidad que tiene buena sintonía con la gestión libertaria desde sus inicios y que anotó varios nombres en organismos estatales del sector, como el de María Beatriz Pilu Giraudo, que es vice del Inta.
Según el informe, un total de “301 agentes participaron en el programa de retiro voluntario”. Además, hay 302 empleados mayores de 65 años, de los cuales 149 ya fueron intimados a jubilarse. Sin embargo, para acercarse a la cifra exigida por la administración de Milei, la propuesta de Bronzovich es “no renovar contratos de personal ingresado en 2023 (227 contratados) y revisar acuerdos de otros trabajadores bajo regímenes específicos como becarios y contratados externos”.
De esta manera, sumando 204 bajas acumuladas hasta el 13 de noviembre, en las próximas semanas el INTA reduciría en total unos 1.043 puestos de trabajo y revisaría la estructura de 300 becarios y otro centenar de empleados mediante la Carta de Intención 13 en la Fundación ArgenInta.
Con respecto a la cesión de tierras, en sintonía con la venta de un edificio que el INTA tiene en la calle Cerviño del barrio porteño de Palermo, “se analiza la posibilidad de capitalizar tierras no productivas” y se pide que “el Consejo Directivo acompañe a presidencia en la cesión de las hectáreas en Cerrillo/Salta y el edificio de Cerviño”.