En las últimas horas, la Policía Bonaerense detuvo a un hombre que vendía drogas en su casa de Remedios de Escalada a través de un agujero en una pared. Según los investigadores, la banda estaba liderada por un hombre apodado Chango, quien administraba el puesto de venta de estupefacientes a través de varios empleados con horarios rotativos. En el domicilio tenían 2300 dosis de paco.
Es que en lugar de vender la droga a la vista, la operación se realizaba a través de un agujero del tamaño del ancho de un ladrillo, ubicado a 25 centímetros a la izquierda de la puerta y a una altura desde la que no podía verse el rostro de las personas que se encontraban en el interior.
“La operación de venta se realizaba a través de una ventana de respiración o rejilla de ventilación situada en la parte superior izquierda de la puerta de acceso, que tenía más de una cerradura y una reja con un pasador estilo carcelario”, dijo uno de los responsables del procedimiento.
De acuerdo con el mismo jefe policial, “el comprador arrojaba el dinero por dicho orificio y luego el vendedor dejaba la sustancia por el mismo lugar, sin saber el comprador quien vende ni el vendedor quien compra”.
Chango, quien pasaba a diario por el lugar a buscar la recaudación, quedó detenido junto con una mujer, en tanto que continúan los operativos para dar con el resto de los miembros de la banda. Además, en los allanamientos fueron secuestradas más de 2.300 dosis de paco, dinero en efectivo y otros elementos de interés para la causa.