Cada día, cuando llama a su gata Runa, Mariana Cavalleti le rinde homenaje a Raúl Carnota, porque así bautizó el cantautor a su último trabajo discográfico. Para la cantante oriunda de Avellaneda “Raúl es uno de los creadores más inmensos de nuestra música popular, un tipo creativo como pocos, rupturista, lúdico, de vanguardia. Raúl es un revolucionario de la cultura. Lo digo en presente porque creo que está vigente y porque creo en la trascendencia y a veces lo siento cerca”, le dice a Brown On Line la joven que el viernes 27 de septiembre le pondrá la voz y el cuerpo para recordarlo, para cantarlo, para traerlo en tiempo presente.
Lo hará con “Memoria adentro – Homenaje a Raúl Carnota”, hoy a las 21 en “Je Suis Lacan”, de Balcarce 749, en CABA, con entradas anticipadas a 7000 pesos en @cantantemarina y con Francisco Picone, más invitados de lujo: Lilian Saba, Horacio Quintana y Marcelo Chiodi.
“Cuando digo que Raúl es un revolucionario, no lo hago romantizando la palabra ni tampoco sacándole valor al término, creo que él marcó un antes y un después en el mapa creativo de nuestro país. Su obra es fundamental, de alto valor poético en las letras, disruptiva en las estructuras armónicas, rítmicas y tímbricas”, lo describe Cavaletti.
Para Marina, Raúl es un padre musical. “Tuve la suerte de conocerlo, de compartir, de presenciar sus bromas y sus reflexiones. Creo que sentíamos un cariño mutuo que fue un privilegio, porque Raúl era un ser hermoso, un alma de diamante. Y creo que es un creador superlativo y que su obra debe multiplicarse y persistir. No puedo imaginar a la música popular argentina sin Carnota, un gigante y a la vez un tipo de a pie, comprometido con el arte y con la sociedad, con el mundo que transitó y con ese amor por la música que le brillaba en los ojos”.
“Me alegra saber que Carnota, desde alguna estrella, todavía tiene mucho para decirnos, para sorprendernos, fiel al calificativo de barrilete cósmico que, para mí –y creo, para muchos- aplica para el Diego y también para Raúl”, dice Marina Cavaletti.
Si Cavaletti no fuese periodista ni cantante sería una arqueóloga especializada en la monumental obra de Raúl Carnota. Porque investigando en lo más profundo del cancionero de Carnota fue que montó este cariñoso homenaje. “Uno de mis oficios es el periodismo y siempre estoy investigando, releyendo, redescubriendo autores. Una tarde pensé en Raúl y me di una panzada de sus canciones, escuché dos o tres de sus discos seguidos, con varias tazas de té al lado y llegué de vuelta a su biografía. Me costaba pensar en los 10 años de su partida, y entonces nació la idea de celebrarlo: llamé a un guitarrista, a algunos invitados, al espacio. Todo se alineó y luego comenzaron los ensayos y la preproducción. Quería festejarlo en su barrio, con sus hits, y con sus temas más raros. Entré a la web de SADAIC, revisé toda la nómina de sus obras. Encontré, por ejemplo un chamamé que hizo con Teresa y que tiene hoy una vigencia abrumadora. Avancé en esa indagación, escuché lo “famoso” y lo “raro”. Hallar algunas canciones que no conocía, fue hermoso, descubrir novedades que en realidad no lo son, estudiarlas, sentirlas, interpretarlas, es un proceso que genera mucha felicidad.”
Escuchar a Carnota
“Hay que escuchar a Raúl, ver sus videos, buscar sus reflexiones. Al menos, en lo personal, sigo aprendiendo y me siento dichosa de haber compartido una parte del tiempo y el espacio de la vida con un tipo como él. Si alguien aún no tiene idea de quién es, no se pierda la oportunidad de googlearlo: cualquier cosa que encuentre, lo que sea, le ve a cambiar el día para bien. Y, sobre todo en tiempos como estos”, dice Cavaletti.
-¿Cuándo tomaste contacto con la obra de Carnota?
-No puedo precisar un momento exacto. Si tengo recuerdos de cantar Grito Santiagueño, el Gatito e las penas, Salamanqueando, sus clásicos. Lo que sí me viene a la mente es que en 2004 retomé estudios formales de música y entre los compañerxs había mucho intercambio y teníamos como referencias a Raúl, a Fander (Jorge Fandermole), al Negro Aguirre, a Mercedes, a Teresa, al Cuchi (Gustavo Leguizamón); un dream team maravilloso. Después de recibirme en ese lugar, terminé de estudiar letras y en ese sentido, el universo que teje Raúl, me cautivó por completo: El otro camino o Como flor del Campo son temas de una hondura inusitada. Transitar sus canciones fue y es para mí una experiencia transformadora siempre.