Familiares y amigos de Maximiliano Garay, el policía fallecido anoche como consecuencia del choque que sufrió el lunes por parte de una banda de ladrones que impactó la camioneta que conducía en una intensa persecución que empezó en Glew y terminó en Longchamps, recibe el último adiós en la casa velatoria Los Vascos, de Colón y Espora, en Burzaco.
Allí hay muestras de hondo dolor por la muerte del joven, padre de un bebe de cinco meses. “Se nos desgarra el alma. Se fue nuestro pequeño héroe de tan solo 22 añitos”, escribió en Facebook una colega del oficial de la policía de Almirante Brown fallecido cuando una banda de ladrones atropelló la patrulla que conducía.
Maximiliano, un joven policía de 22 años oriundo de la localidad de Longchamps, falleció ayer luego de varios días de agonía en el Centro Médico Fitz Roy de la Capital Federal, adonde había llegado con muerte cerebral.
“Querido compañero, cuando se nos va un hermano, la grieta en el alma se nos abre, mirando al cielo y preguntando a Dios, ¿por qué?”, escribió una oficial de policía en la red social. “Hasta luego pequeño ángel azul. Un héroe se nos fue. No te preocupes, nosotros seremos los tíos de tu pequeño hijo de 5 meses”, escribió la oficial en Facebook.
Sus compañeros del Comando de Prevención Comunitaria de Almirante Brown lo despidieron así: “Maxi, un policía, no es una persona común, es un héroe. Dios te dejó en el cielo, para ser uno de sus mejores soldados. Maxi Garay Vas a estar en nuestro corazón por siempre”.