El secretario general del Sindicato de Mecánicos (Smata), Ricardo Pignanelli, advirtió que si el presidente Mauricio Macri veta la ley antidespidos que aprobó esta madrugada el Congreso “por ahí, habrá que salir a la calle”, y señaló que si el gobierno toma la situación “como una pulseada, se va a perjudicar a los trabajadores”.
El titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, fue por la misma senda al decir que el anunciado veto a la ley antidespidos sancionada hace horas será “un cachetazo en el rostro al movimiento sindical”, y anunció que desde esa central “se convocará a la acción” y a la “movilización”.
Los sindicalistas salieron al cruce después de que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, asegurara que el gobierno nacional “no tiene definido aún el momento” del anunciado veto a la ley antidespidos, aunque advirtió que el presidente Mauricio Macri “va a usar todas las herramientas legales e institucionales para evitar que este tipo de iniciativas generen problemas y afecten el trabajo de los argentinos”.
El diputado nacional Facundo Moyano (Frente Renovador), hijo del líder de una de las CGT, se pronunció en el mismo sentido que Yasky. Advirtió que “las organizaciones sindicales verán qué hacen” si el presidente veta la ley que busca frenar los despidos por seis meses.
Entretanto, la diputada del PTS en el Frente de Izquierda Myriam Bregman, quien votó a favor de la ley antidespidos esta madrugada, llamó a las centrales obreras a “reaccionar” en caso de que, tal como lo había reconocido hace unos días, Macri vete la ley.
El dilema es si Macri midió con buen ojo el costo político de un veto que todos dan por descontado y que sería el primero de su presidencia, en una práctica que el ex jefe de gobierno porteño implementó en cientos de oportunidades mientras ocupaba ese cargo en la ciudad de Buenos Aires.