En el Mes de las Personas Detenidas y Desaparecidas, los clubes Los Andes, Banfield y Temperley se sumaron a la actividad “Tres colores, una camiseta” y este fin de semana señalizaron con un cartel la distancia exacta que hay entre cada club hasta el Espacio para la Memoria (Ex Pozo de Banfield).
Las actividades iniciaron este viernes, con la primera señalización en el Club Temperley en la entrada de 9 de Julio 360. La señalización continúo en el Club Los Andes fue en Avenida Santa Fe 159, de Lomas de Zamora y concluyó en el Club Banfield en la esquina de Arenales y Granaderos.
Esta actividad se enmarca en el Mes de las Personas Detenidas Desaparecidas y busca genera conciencia sobre la cercanía con un centro clandestino de detención en la zona sur del Conurbano.
La organización de estas jornadas se llevaron a cabo en conjunto con el Departamento de DDHH del Club Temperley, la Subcomisión de DDHH del Club Banfield y el Colectivo Los Andes Tiene Memoria con el apoyo de la Subsecretaría de DDHH de la Municipalidad de Lomas.
Según aclararon los organizadores, el Día de las Personas Detenidas y Desaparecidas es el viernes 30, pero la finalización de todas las actividades que se hicieron durante este mes concluirán el sábado 31 a las 11 en el Pozo de Banfield donde participarán los representantes de los tres clubes y la Subsecretaría de DDHH del Municipio de Lomas y la gente de trabajo del Espacio para la Memoria (Ex Pozo de Banfield).
Además, durante la jornada abierta a la comunidad se podrá participar de un conversatorio sobre Memoria, Verdad y Justicia.
El pozo de Banfield
El Pozo de Banfield fue uno de los 230 centros clandestinos que funcionaron en la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura cívico militar. En esa dependencia policial, durante el periodo comprendido entre el 21 de octubre de 1974 y el 1ro de enero de 1977, funcionaron las divisiones Delitos contra la Propiedad y Seguridad Personal, subordinadas a la Dirección de Investigaciones de la policía. A partir del 1° de enero de 1977, se instalaron las direcciones de Seguridad, Investigaciones e Informaciones.
El Pozo de Banfield tenía la particularidad de ser un centro de recepción y permanencia transitoria de detenidos y cobró macabra notoriedad por ser un lugar en el que se practicó tortura sistemática y violencia sexual, como parte de una estrategia militar de deshumanizar a las personas secuestradas. En el lugar también se instaló una maternidad clandestina, desde la que se sustrajo, ocultó y cambió la identidad de hijos e hijas de personas secuestradas.
De las 253 personas que fueron allí torturadas, 97 permanecen desaparecidas y al menos 16 son mujeres que dieron a luz en la maternidad clandestina.