Viajes a Estados Unidos, autos de lujos, transacciones con criptomonedas, videos para generar clientes, publicidades con influencers y contenido sobre trading, el asesinato de Franco Saulle (19 años) develó una serie de misterios sobre el joven que decía trabajar de trading y mostraba un perfil para generar confianza en inversores.
El ataque a Saulle ocurrió cuando llegaba a la casa de sus padres en el barrio Corimayo de Burzaco el pasado 8 de agosto: un sujeto bajó de un auto oscuro, le dio un tiro en el ojo derecho y escapó sin robarle nada.
En su cuenta de Instagram, el trader de 19 años acumulaba un total de 122 mil seguidores. En su descripción mencionaba que era: “Trader con experiencia”, “mentor apasionado” y que ayudaba a que un usuario se convierta “en un inversionista exitoso a través de estrategias prácticas”.
En Youtube, Saulle tenía la cuenta “Cronos Trading Academy”, una comunidad que creó él mismo que tenía el objetivo de “educar y capacitar a las personas en el ámbito financiero”. Dos semanas antes de su asesinato, había publicado dos videos en ese perfil.
El joven compartía imágenes de su vida de lujo en redes sociales: autos opulentos, vivienda en Nordelta, yates y viajes a Brasil, Estados Unidos y Qatar. Saulle promocionaba sus servicios de trading a través de la empresa que manejaba, Cronos, creada en junio de este año.
“A todas las personas que estén interesadas en el mundo del trading y quieran aprender lo que nosotros estamos haciendo comunicate conmigo y te voy a estar asesorando de la manera en la que nosotros estamos trabajando. No pierdas esta oportunidad, te espero”, indicó en un posteo.
En mayo participó en la Trading Cup 2024 como orador. Incluso su negocio fue promocionado por el conocido influencer y ex participante de Gran Hermano Tomás Holder, que hace unas horas salió a despegarse del joven asesinado. Invitaba -así como varias otras personas con miles de seguidores en redes- a unirse a un grupo de WhatsApp. También realizaba capacitaciones por streaming y Zoom.
Cómo lo mataron a Saulle
El hecho ocurrió cuando estacionó frente a la casa de sus padres, ubicada en la calle Rosich casi Pablo Podestá. El joven se bajó del vehículo y fue abordado por tres sujetos que se trasladaban en otro auto. Uno de ellos se bajó, le dio un balazo en el ojo derecho y escaparon.
El disparo lo dejó gravemente herido y falleció más tarde cuando ya había ingresado en un sanatorio. Tras el ataque, los sospechosos escaparon en un Peugeot negro del que pudieron identificar la patente y comprobaron que tenía un pedido de secuestro. Lo encontraron en una casa de Glew, tapado con un nylon.
“Se pudo hacer una reconstrucción casi minuto a minuto del trayecto hecho por los homicidas. Con una cámara lectora de patente se pudo determinar la matrícula del auto y se visualizó que tenía pegado un sticker blanco en la luneta trasera”, explicaron fuentes policiales. En ese marco, se determinó que el auto había sido robado 48 horas antes en jurisdicción de la comisaría 10a. de Lanús.
El análisis de las filmaciones de las cámaras de seguridad llevó a los investigadores hasta Glew, también en el partido de Almirante Brown. “El último registro fílmico del vehículo fue en Arias y Santa Fe, a las 18.56 del día del ataque. Se hizo un relevamiento del barrio hasta que en un patio de una de las viviendas fue encontrado el auto en el que se movilizaban los delincuentes. Estaba tapado con un nylon”, explicaron fuentes policiales.