Nicolás Tagliafico logró lo que pocos jugadores en la historia de la Selección Nacional al consagrarse como bicampeón de América anoche en Miami y le sumó esta medalla a las conseguidas en Brasil 2022 y, por supuesto, el Mundial de Qatar en diciembre de 2022. Además, Tagliafico se llevó una cucarda: fue el único defensor al que nadie logró gambetear en toda la Copa América y jugó una final a la altura de uno de los grandes.
En una Copa América desastrosamente organizada, con una final retrasada más de una hora por incidentes con los hinchas en el ingreso al estadio, Argentina superó en tiempo suplementario por 1 a 0 a Colombia y retuvo el título de campeón de América que ya había conseguido en Brasil en 2022.
Nicolás Alejandro Tagliafico nació 1992 y se crio en Rafael Calzada y dio sus primeros pasos en el Club Social y Deportivo Villa Calzada, una institución que lo abrazó desde sus 4 años y significó para él una verdadera escuela.
“Un día fui a charlar con Ricardo, su papá, y Nico justo estaba pateando en un arco que había en el fondo de su casa. A partir de verlo fue que comenzó a practicar en el club”, le dijo a Brown On Line Horacio Borsetti, el primer entrenador del 3 de la Selección bicampeona de América.
En 1996 comenzó en baby fútbol, un torneo de fútbol 5, con chicos que tenían cinco años más que él. Al año siguiente se logró armar el equipo que por edad le correspondía, la categoría 92’. Pero más allá de su edad, formaba parte de ambas.
A los 13 años, Taglia pasó a las inferiores de Banfield. Lo que siguió en su carrera es historia conocida para el defensor de la Selección que anoche volvió a colgarse una medalla y a meterse, definitivamente, en la historia grande de la Selección Argentina.