Un alfajor de pistachos, con chocolate blanco y mermelada casera de frambuesa llamado Frambuesita y hecho en Rafael Calzada ganó la medalla de bronce en un concurso nacional de alfajores realizado días pasados en Avellaneda.
El jurado del Campeonato Argentino del Alfajor, un concurso que se realizó en el Parque de la Estación, en Avellaneda, premió a ese producto elaborado por “Dulce Inés”, un emprendimiento de una pareja de Rafael Calzada que ya había recibido premios por sus productos el año pasado en otro concurso.
“Los jurados eran en su mayoría pasteleros, alfajoreros e influencers de alfajores, y probaron más de 350 alfajores qué estaban en competición. Para nosotros que hayan reconocido nuestro alfajor fue un honor enorme”, cuenta Agustina, pieza fundamental de “Dulce Inés”. “Siempre nuestro objetivo fue hacer alfajores que marquen la diferencia, y priorizamos 100% la calidad de las materias primas, y el trabajo de nosotros es artesanal en su totalidad.
Además de frambuesita, Dulce Inés se llevó el reconocimiento del público porque vendió los 1500 alfajores que llevó a su stand. “Participamos con stand de venta en el cual el domingo a las 17 vendimos el último alfajor. Llevamos más de 1500 alfajores”.
“Somos muy afortunados porque hacemos un producto que no es de necesidad básica, y aun así todos los fines de semana nuestras ventas se superan y más de una vez nos quedamos sin stock. Nuestros clientes saben que están comprando en productos de calidad.”
Elaboran más de 10 sabores pero “solo pusimos en competencia al Frambuesita, quien también ganó el año pasado en el Mundial del Alfajor, la categoría Mejor Alfajor de Confitería, la medalla de Plata.”
“Incorporamos a la venta hace algunos meses el sabor de Chocotorta, es un rotundo éxito ya que es uno de los más pedidos para los chicos. También sumamos una mousse de Dulce de Leche al whisky y blanco clásico y dulce de leche.
Elaboran además alfajores de pistacho y dulce de leche; nuez al coñac; mousse de dulce de leche al Whisky; chocotorta; Nutella blanco y negro; maicena; alfacookie, chocolate blanco y negro clásicos y membrillo.
A pesar del esfuerzo, no es posible todavía para Dulce Inés lograr vivir solo del emprendimiento. “Juan, mi pareja, que también forma parte de Dulce Inés, trabaja en relación de dependencia. Si bien a futuro nos encantaría poder enfocarnos los dos al 100% en este proyecto hoy es un poco complicado.”
A pesar del contexto, no se frenan: en un mes, en ocasión del mundial del alfajor, tendrán dos productos propios en competición. Y no hay nadie que pueda quitarles el sueño de volver a cosechar un premio.