La Dirección General de Cultura y Educación impulsó volver a implementar el aplazo, a través de una votación que se realizó en el consejo general con 4 votos a favor y 3 en contra.
A fines del 2014 se anunció que ya no se calificaría a los alumnos de cuarto a sexto grado con 1, 2 y 3, ni con “aún no satisfactorio” para los de primero y segundo, para no estigmatizar a los alumnos. Así, la nota más baja pasó a ser el 4 y la más alta, el 10. Y el boletín de calificaciones se transformaba en una “libreta de trayectoria”.
Mediante una circular que sería enviada esta semana a las escuelas antes del cierre de los boletines, se podrá calificar nuevamente con 1, 2 y 3 a los alumnos desde 4° a 6° grado, mientras que para los chicos de 1° a 3° a nivel conceptual la escala irá de “insuficiente” a “sobresaliente”, pasando por “regular, bueno y muy bueno”.
El regreso del aplazo al sistema de calificaciones del nivel primario bonaerense para los docentes no respeta “el tiempo de aprendizaje” de los chicos ni garantiza “la calidad educativa“.
Para el Suteba, el sistema con aplazos “desestima las estrategias para respetar los tiempos de aprendizaje de cada alumno”, mientras que la FEB considera que “no resuelve la calidad educativa”.
El delegado docente en el Consejo por el Suteba, Néstor Carasa (Suteba), consideró que “se debería haber hecho una evaluación amplia y profunda de la marcha de todo el régimen, que es muy abarcativo y muy rico”.
Según Carasa, “no es la metodología de calificación lo que va a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje“.
El vicepresidente de la FEB, René Cruz, dijo que los consejeros de su sector no se presentaron a la votación porque el cambio de escalas en la calificación “no resuelve la calidad educativa”.
La FEB estaba elaborando “un proyecto más abarcativo. No se trata de discutir solo el capítulo 6 (de los aplazos) sino el régimen académico del nivel primario en su totalidad”, indicó.