Un joven de la localidad de Bosques denuncia que la DDI de Quilmes le inventó una causa por venta de drogas debido a la cual lo detuvo sin pruebas desde octubre pasado, sin que la fiscalía de Instrucción y Juicio nro. 1 de Quilmes permita que los testigos aportados por el acusado declaren en sede judicial para aclarar la situación. “La Defensoría le dijo a mi cliente que en esta causa podía tener una pena de entre 6 y 10 años de detención”, dijo a Brown On Line Juan De la Cruz Céspedes, abogado patrocinante del joven acusado.
Todo empezó en septiembre pasado cuando la policía allanó el domicilio de Lisandro de la Torre al 1400 en el cual Luciano Javier Vergara vive con su familia, integrada por sus padres y sus dos hermanos. La policía dice haber encontrado un paquete con 59 envoltorios de marihuana en una de las habitaciones de la casa, pero el acusado lo niega. “Es todo muy sugestivo cómo opera la policía y cómo la fiscalía especializada en droga no va más allá. Así crean un imputado que es inocente y dejan a salvo al real vendedor”, manifestó Céspedes, el abogado patrocinante del joven acusado.
El Grupo Operativo de la DDI especializada en el tráfico de drogas ilícitas de Quilmes dice que certificó que en ese domicilio se vendía droga, en una acta firmada el 20 de septiembre por el oficial ayudante Omar Alejandro Godoy. En ese acta consta que quien comercializa se apoda “Pechito” (foto), pero figura el domicilio de Luciano Vergara y no de Pechito. “El procedimiento es así: siguen al supuesto comprador, lo paran, lo revisan, hallan marihuana y certifican que la adquirieron en ese domicilio, pero sin otra prueba que la palabra de los oficiales de la policía”, narra el abogado de la víctima.
“Cuando llegan a la casa de los padres de mi cliente no le dicen que es un allanamiento, dicen que lo van a notificar de algo. Los padres le dijeron que no vivía allí. Los padres lo llamaron, él fue al domicilio de sus padres, donde él no vive. Durante el allanamiento, a mi cliente lo inmovilizaron en el living-comedor, mientras los policías allanaban la casa. Uno de los policías vuelve al comedor y dice haber encontrado droga en la habitación del hermano de mi cliente, llamado Alan. Se lo acusa de eso a mi cliente, que no vive en la casa”.
“La droga aparece en una habitación de su hermano que es empleado de la construcción, a quien le secuestran los 9 mil pesos en billetes prolijos que cobró ese día. Supuestamente, vendía droga, pero no le secuestraron ni balanzas, ni armas, ni plantas de marihuana. La policía pone en su acta dichos que no tienen sustento real, como que los padres de mi cliente lo echaron “por drogadicto”. Y eso no es cierto”, dice el abogado.
“Mientras pasaba el allanamiento, los testigos aportados por la policía en el allanamiento estaban en un vehículo particular de color blanco, que fue visualizado por una vecina del lugar -que está dispuesta declarar eso en la fiscalía- y los llamaron cuando apareció la droga”, dijo el abogado.
“Mi cliente mide 1,65 y no se parece en nada físicamente a quien la policía busca: un joven apodado “Pechito”, dice el abogado del joven detenido.
El abogado entrevistó a los supuestos consumidores y dijeron que ellos no compraban droga en esa casa, sino en otro domicilio de una persona con el mismo nombre que mi cliente, pero apodado Pechito. “La policía le quiere hacer creer a la fiscalía que mi cliente es Pechito, que es el vendedor real, se muestra en redes con marihuana y la ofrece por ese medio para la venta. Pero mi cliente no tiene nada que ver. Inventaron una novela y se la ofrecieron servida así a la fiscalía y de eso se toma la fiscalía para decretar la detención de un inocente”, le dice el abogado a Brown On Line.
Sin respuestas de la fiscalía, que se negó a recibir el testimonio de los testigos, el abogado del joven hilvanó una investigación minuciosa, reunió a los testigos que se presentaron en el allanamiento, que determinó que su cliente, llamado Luciano, es acusado de vender estupefacientes. Los propios testigos que la Brigada ofrece en la causa niegan que el joven detenido comercialice estupefacientes.
Jonatan Rubén López, que figura como testigo, dijo en un video al que accedió Brown On Line que él no le compró drogas a Luciano Vergara, sino a Luciano “Pechito” Yolan -vecino del barrio Pepsi de Bosques-, que sería el verdadero narcotraficante y que hoy permanece en libertad. Lo mismo que López, está dispuesto a declarar en Tribunales Thiago Javier Ruiz Díaz, un joven de 18 años que es usuario de cannabis y le compra flores de esa planta a “Pechito” y que conoce al joven al que falsamente se acusa del delito.
Florencia Ayelén Espeche, Hugo Marcelo Centurión y Nazareno Alejandro Mena son los tres policías que realizaron el allanamiento en la casa del acusado.
El abogado del detenido ofreció cinco testigos para prestar declaración testimonial. Junto con el pedido a la fiscalía envío videos en los cuales los cinco manifiestan que ellos “no le compran droga” a Luciano Vergara sino a Luciano Yolan, apodado “Pechito”. “Previo a resolver, aclarada que fuera la pertinencia y utilidad de los testigos, se proveerá”, le respondió la fiscalía en un auto del 13 de noviembre. También pidió que sea citado el verdadero “Pechito”, pero la fiscalía a cargo de Darío Provisionato -hoy de licencia- denegó también ese pedido.
“La policía aporta un video en el cual dicen haber identificado a mi cliente como Pechito, pero no es él. Se trata de un video sin nitidez, filmado de noche. Y la víctima está detenido en una alcaidía de Florencio Varela, con un régimen casi de cárcel. La fiscalía da vueltas para ganar tiempo y dictarle la prisión preventiva a mi cliente, que es inocente. Pedí una ampliación de declaración indagatoria y no la resuelven”, dice el abogado. “Dan por sentado que la policía actúa bien, pero no es así”.
En el video que la policía aporta como prueba de que es Pechito, un joven se identificó así mismo: se llama Antonio “Bebe” Flores. “Soy yo, Antonio Flores, no soy Pechito”, dejó escrito el joven en una hoja al ver las imágenes aportada como prueba por la policía. Además, en la causa se aportan fotos en las cuales Luciano Hernán Yolan aparece autofotografiándose con cogollos de marihuana o con dinero en efectivo.