Aunque la fecha de fundación del Club Atlético Temperley es el 1 de noviembre de 1912, el 24 de julio de 1993 fue un día inolvidable y especial para la historia, una refundación del Gasolero. Tanto fue así que desde ese día quedó definitivamente establecido como el Día del Hincha de Temperley.
Luego de cinco temporadas en Primera, Temperley descendió en 1987 al viejo Nacional B. La idea era retornar pronto a la categoría A, pero un par de años después, en 1989, el fantasma del descenso otra vez apareció. Caer dos categorías en un par de años fue un golpe terrible. Y lo peor todavía estaba por venir.
Sucedió que a fines de 1991: el juez de Lomas José María Durañona decretó la quiebra del club debido a la falta de pagos a Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) por un monto de aproximadamente 400 mil dólares. Seguido de esto, se dispuso la liquidación de bienes y la libertad de acción de todos los jugadores del club, entre los que se destacaban Julio Cruz, Mauro Navas y Mariano Campodónico, entre otros.
Movidos por los colores, los hinchas gasoleros comenzaron a hacerse oír y fueron ellos los que iniciaron la resurrección del club recaudando dinero a través de rifas, fiestas, peñas, más el aval que ofrecieron algunos socios y los miembros de la Comisión de Apoyo.
Hasta que llegó el día más esperado: 24 de julio de 1993: Temperley volvió a disputar un partido oficial luego de 2 años, 3 meses y 11 días obteniendo la victoria por 1 a 0 ante Tristán Suárez, con gol de Walter Céspedes. La vuelta a la actividad se logró bajo una tutela. Pero como el club estuvo desafiliado dos temporadas, debió comenzar su actividad futbolística en la temporada 1993/1994 desde la Primera C.