“Siempre voy a recordar esas madrugadas en las que me golpeaba sin parar, me arrastraba por el piso y hasta llegó a darme una patada en la nuca ya tirada en el piso hecha bolita”, dice Ludmila Isabella en su descargo que publicó en redes sociales donde también contó que volvió a denunciar al delantero de Lanús y vecino de Glew Lautaro “Laucha” Acosta.
“Ya no sé qué más hacer. Necesito ayuda y hacerlo público”, dice la grave denuncia de Ludmila contra Acosta en una serie de historias colgadas a su cuenta de Instagram, donde la joven mostró fotos de distintas lesiones sufridas en todo su cuerpo.“Por favor, pido justicia”, fue el mensaje que acompañó la carta que publicó luego en un posteo colgado en su cuenta de Instagram. Aseguró que el delantero del Granate, de 35 años, la amenazó de muerte y cuestionó a la Justicia por no actuar.
Ludmila contó que sufrió “violencia física, psicóloga y económica” por parte del ex futbolista de Boca y que tiene “fotos y audios para demostrarlo”. En ese sentido, dijo que que ya hizo dos denuncias: una fue radicada en 2019 y la más reciente, hace unos días.
“Sufrí violencia física, psicológica y económica, de lo peor que se puedan imaginar. Tengo fotos y audios para demostrarlo. Le hice dos denuncias, una en 2019 y otra hace unos días. A mí ya me cagó la vida, me la arruinó. Una vez llegó a amenazarme con una cuchilla blanca de carnicero que teníamos en casa y me la ponía en la panza. Me rompía la ropa, me la escupía y pateaba”, comenzó su relato.
La joven dice que el futbolista le dijo “si hacés la denuncia, te voy a matar”, después de haber arrojado al piso prendas de ropa antes de que la joven se vaya a pasear con sus hermanas.
“Tengo miedo por mi vida y la vida de mi hijo. Nos ha dejado en la calle. Siempre creí en que él iba a cambiar y me equivoqué. Y otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer y menos con un hijo. Él está impune, viaja, sigue jugando al fútbol y la gente lo sigue queriendo pese al monstruo de persona que es. Es violento hasta en la cancha, lo demuestra en cada partido”, añadió.
Ambos mantuvieron una relación de siete años. Tras el hecho de violencia, Ludmila se fue a la casa de su madre y luego regresó a la vivienda que ambos comparten. “Había cerrado todas las puertas de las habitaciones” agregó en la denuncia donde agrega que sufrió violencia física, verbal y psicológica.
Desde el momento que se hizo la denuncia, rige una prohibición de acercamiento de Acosta para con la denunciante. En Mayo de 2019 la mujer también había denunciado maltratos, diciendo que sufría pesadillas por los maltratos que recibía. “No quería que estudie, al principio tampoco que trabaje, hasta que un día me busqué un trabajo en la localidad de Banfield y por estar en el negocio ubicado allí, tampoco dejarme, porque ¿qué iba a decir la gente de que la mujer de él trabaje en un local de Banfield?”, denunció en ese entonces.
Desde la parte del denunciado, afirman que la reacción de la mujer se debe a que el jugador no accede a pasarle el dinero que, según Ludmila Isabella, le corresponde.