Una vez más, la organización Patitas Glew rescató y salvó la vida de una perrita a la que bautizaron con el nombre de Fiona, que hoy, gracias al compromiso y al amor que tienen con los animales que fueron abandonados, pudieron curarla por completo y darla en adopción de forma responsable a una familia que ya la ama.
“Fiona tenía dueños, pero ella evidentemente nunca les importó”, contaban desde Patitas en mayo del año pasado, que fue cuando la encontraron sin poder tocarla demasiado porque ante cualquier mínimo roce comenzaba a sangrar toda su piel lastimada e irritada.
Es que la perrita pasó por mucho: además de la profunda irritación en su pelaje, había llegado con un grado de desnutrición y anemia bastantes importantes y cuando respiraba solo se le marcaban sus costillas.
Pero después de una larga espera a que sane y de atravesar tanta crueldad, conoció a su nuevo dueño quien desbordó de un increíble cariño por ella que hasta se tatuó la imagen de Fiona al lado de un hermano perruno que también la estaba esperando.