Yanina Soledad Jerez tenía 18 años cuando fue vista por última vez el 26 de agosto del 2011 en Maquinista Savio, partido de Escobar, donde había salido a bailar. Su familia la buscó durante 12 años y, en los últimos días recibió una noticia inesperada: el cadáver de la mujer fue encontrado enterrado en el cementerio de Florencio Varela. Había fallecido tres meses después de su desaparición, pero la Justicia nunca notificó a su familia.
El 16 de septiembre de ese año, veinte días después de que no se supiera de Yanina, la familia radicó una denuncia en la Comisaría Escobar 1° por averiguación de paradero. La causa comenzó a ser investigada por la UFIJ Nº 5 de ese distrito.
Paralelamente, el Ministerio de Seguridad nacional emitió un pedido de recompensa de $1.000.000 (según su última actualización, a fines de 2022) a quienes aportaran datos que ayudaran a encontrar a la joven.
Lo insólito es que Yanina había fallecido el 28 de noviembre de 2011 en Lomas de Zamora. La autopsia, que llegó a manos del titular de la UFIJ N° 14 de ese entonces, reveló que la causa de muerte fue un “empiema pleural secundaria a proceso infeccioso crónico pleuropulmonar”, o sea, una afección pulmonar, según confirmaron fuentes de la investigación al medio Infobae.
El pasado 13 de abril, la madre de Yanina Soledad Jerez, Rosa Coteleso, recibió una notificación de la UFI descentralizada de Escobar para presentarse en el Centro de Atención a la Víctima y luego asistir a la fiscalía donde, le dieron la trágica noticia: su hija, a quien buscaba desde hace casi doce años, estaba muerta.
“Quedé en shock”, resumió la mujer. “Pude reconocerla por los tatuajes que tenía en distintas parte del cuerpo y por la marca de una quemadura que tenía en el cuello. Ahora lo que quiero saber es por qué tardaron tanto en avisarme que estaba muerta”, agregó sobre su hija, quien tenía un bebé de casi un año, Dilan, al momento de la desaparición y que hoy, bajo el cuidado de su abuela también quiere saber qué pasó con su mamá.