Por Luna Mancini
Hace nada más y nada menos que cinco años la vida de Carlos Britos, vecino de Rafael Calzada, cambió para siempre: conoció la disciplina del kickboxing que lo llevó a consagrarse campeón y subcampeón del torneo nacional Open Summer y a encontrar en este deporte una forma de realizar colectas solidarias en el gimnasio donde entrena.
Britos, de 36 años, fue convocado para participar del torneo luego de que su entrenador le dijo que ya estaba listo para ir al Open Summer que se realizó en Miramar por la Federación Argentina de Kickboxing (WACO). Era la segunda vez que se presentaba a un torneo así, pero la primera en triunfar en un primer y segundo puesto.
El campeón y subcampeón de kickboxing vivió un fin de semana de torneo como “una linda experiencia de 400 competidores, algunos de Formosa, Corrientes, Rosario, Chaco y otras provincias, en la que todo estuvo muy bien organizado y donde se pudo disfrutar de un gran Open al lado de la playa”, compartió con Brown Online.
Y agregó que “fue como estar con amigos, todos te hablan y saludan, eso para mi es lo más lindo de esto. Tomas mates con tu rival que te quiere ganar y te terminas riendo con él y su familia. Eso sí, la experiencia es a todo pulmón: los gastos los paga uno y creo que por eso uno disfruta más porque nadie te regala nada”, dice Britos.
Pero para Carlos alcanzar la gloria no fue ni es lo más importante: “hace tiempo que realizo siempre que puedo colectas solidarias para armar bien el lugar donde doy clases gratis ya que al no recibir plata de nadie cuesta comprar elementos de entrenamiento como guantes, vendas, protecciones, elementos de pesas y demás”, le comenta a Brown Online.
Es que, además de dedicarse a practicar el deporte de combate, Carlos Britos brinda clases sin ningún costo en el Centro Integral Comunitario (CIC) de Don Orione a alrededor de 25 personas que “en su mayoría son mujeres que buscan aprender a defenderse ya que algunas sufren o sufrieron violencia de género”, cuenta.
Por eso, uno de los tres deseos más fundamentales que el campeón pretende de ahora en más es “poder tener mi lugar propio de entrenamiento con las cosas que solidaridad me pueda dar para ayudar, también rendir el cinturón negro de primer dan, y que se concrete pelear en un torneo sudamericano”, concluyó Carlos Britos, vecino de Calzada.