Romina Esther Luongo, la mujer acusada de atropellar y matar a un joven en el túnel de Libertador y La Pampa, en la Ciudad de Buenos Aires negó haber participado en el siniestro, declaró que pasaba por el viaducto y observó que circuló una moto a toda velocidad y de pronto que el motociclista volcó.
Según su abogada defensora, Patricia Carou, “ella frena, se baja y dos amigos del motoquero le dicen “no te acerques que te vas a horrorizar”. El auto, asegura la letrada, está intacto y no tiene ni un raspón. Dice que no chocó sino que el siniestro se produjo por otro motivo que no sabe. Entregó auto y celular para que la justicia haga sus peritajes.
“Ella fue testigo no presencial, ella advierte por el espejo retrovisor lo que pasó. Se bajó y un joven que estaba con Emery le dijo que no se acerque porque no era agradable ver el estado en el que había quedado el muchacho. Le preguntó si habían llamado al 911, le dijeron que no, entonces ella volvió al auto a pedir el auxilio policial y médico”, explicó Carou.
La policía la identificó, la notificó y le secuestró el auto a la mujer acusada de haber causado el accidente que provocó la muerte de Tomas Emery, el joven de 26 años.
Luongo es secretaria del juzgado de Garantías del juez Rizzo, de Cañuelas. Trabajó en Tribunales de Lomas de Zaamora, pero juró hace poco en su nuevo destino. Vive en Burzaco y asegura que no tuvo nada que ver con lo que pasó con este chico en el túnel de Libertador.
Su versión coincide en cierto punto con lo que dice un testigo. A la mujer le dicen que no se acerque porque se va a horrorizar, pero ella opta por irse del lugar.
Cómo fue el accidente
Un automóvil encerró, chocó y mató a un motociclista en el túnel de Avenida del Libertador el pasado lunes 2 de enero pasadas las 19. La familia y los amigos buscan testimonios que puedan ayudar y exigen la entrega de las cámaras de seguridad.
La víctima se llamaba Tomas Emery y tenía 26 años. Se trasladaba en una moto Kawasaki 400 color azul. La familia pudo enterarse gracias a los documentos que llevaba en su riñonera. Una pareja observó cómo la conductora escapó, pero a las 24 horas debió regresar a Brasil y no pueden ubicarla.
Un tercer hombre, que pudo hablar con el testigo principal, le contó a las amigas de Tomás lo que esa pareja había visto.