Una inscripción sencilla oficia de resumen y de corona de una joven con pestañas pintadas de verde: “Me quiero libre”, dice, debajo de la cual una sonrisa ancha desafía el calor abrazador de un domingo en San Luis, después de una noche fria, donde más de 150 mil mujeres y disidencias participaron del 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries que se realizó este fin de semana en Territorio Huarpe, Comechingón y Ranquel.
Desde Almirante Brown partieron el viernes por la tarde micros con destino a la convocatoria más importante de los feminismos y transfeminismos, ocurrida en un contexto de recrudecimiento de los discursos de derecha, que no lograron ponerle freno a un encuentro que liberó el fervor tras dos años de ausencia por la pandemia.
Alexandra, de Rafael Calzada, viajó con su hija. Participó de la comisión de “activismo gorde”, una de las que se incorporó este año. “Las experiencias personales nos identifican y nos fortalecen. Escuchar que a otra compañera le pasa que sufre no ponerse un pantalón o que vas al medico y te discriminan por tener sobrepeso. Salimos todas movilizadas.”
“Es con todas y todes, no sobra ninguna y ningune. Viva la lucha feminista y transfeminista” fue el mensaje que atravesó todo el encuentro, el primero que se utiliza oficialmente el nombre “plurinacional” y el primero con la legalización del aborto aprobada.
Hasta la capital puntana llegaron mujeres y disidencias de todas las localidades, referentes de espacios comunitarios y organizaciones políticas; estudiantes universitarias y jóvenes de colegios secundarios partieron, algunas por primera vez, con la expectativa de “discutirlo todo”.
En tierra puntana las esperaban más de 100 espacios de debate que se realizaron en escuelas y centros culturales donde las mujeres y disidencias comparten, intercambian experiencias, se nutren, se conocen, y también dejan en agenda pública las problemáticas para que los gobiernos puedan incorporarlas y generar políticas de género. También las plazas céntricas fueron espacio de charlas, debates y mística feminista.
Siempre hay pibas en los encuentros, muchas van por primera vez con las mamás. Guadalupe, una vecina de 13 años de Almirante Brown, integra la Federación de Estudiantes Secundarios. Viajó por primera vez acompañada por su abuela y su mamá. “Tremendo, no esperaba tanto”, dice cuando cuenta su experiencia, cansada por las largas jornadas pero con felicidad y la emoción de formar parte de algo colectivo.
En los talleres, Guadalupe participó de la comisión que debatió las problemáticas de las adolescencias. “Escuché de una piba que sin conocernos nos acompañamos en la lucha del debate. Fue un encuentro magnífico y con diversas sensaciones, tanto al momento de estar en comisiones, como también conviviendo en general con tantas pibas y pibes que te llenan de alegría. Encontrar esa sororidad al momento de cantar y/o debatir, eso fue tremendo, paso tan rápido, pero te ponés a pensar en cada momentito y se hace infinito el cariño”.
Una multitud en la marcha de cierre
Uno de los momentos más relevantes de los encuentros es la tradicional marcha, la primera con el cambio de nombre que se realiza enmarcada en un Encuentro Purinacional que incluye en su nombre a las identidades de quienes no se identifican dentro de la categoría “mujer”.
La movilización se realizó el domingo por la tarde: una marcha multitudinaria de 35 cuadras de mujeres y disidencias se reúnen para salir a las calles y alzar la voz por las que no tienen. Y para defender los derechos antes la avanzada de discursos de odio de “los Milei” y grupos reaccionarios que despliegan su violencia simbólica sobre el movimiento feminista.
“Ahora que estamos juntas, ahora que sí nos ven, abajo el patriarcado, se va a caer, se va a caer. Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer”, cantan con brillos y glitter en la cara.
“Basta de femicidios, travesticidios y transfemicidios, el repudio central al intento de magnicidio contra la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, la aparición urgente de Tehuel de la Torre y Guadalupe Lucero, la niña de seis años que fue vista por última vez el 14 de junio pasado en la puerta de su casa en San Luis, la liberación inmediata de las presas políticas mapuches, la equidad para todas y todes les trabajadores y la denuncia de que “la deuda es con nosotres” fueron algunas de las consignas que atravesaron la marcha que fue acompañada por los vecinas del lugar que salían a aplaudir y a bailar al ritmo de los bombos. “Mujer, escucha: únete a la lucha”, invitan a una vecina que salió desde el balcón a agitar con cánticos.
“Lo más importante es recuperar la agenda de lucha, tenemos que volver a ganar las calles para que no nos arrebaten nuestros derechos”, asegura Elisa, vecina de Don Orione. El encuentro y la marcha contó con la presencia de figuras políticas del conurbano como la diputada nacional de Almirante Brown, María Rosa Martinez y de la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza.
La marcha terminó cerca de la medianoche y aunque los cuerpos estaban cansados todavía había algunos cánticos y el ambiente era de celebración y desborde con una luna llenísima que acompaño rodo el encuentro. El lunes por la mañana en el cierre del encuentro se eligió la próxima sede: Río Negro será el lugar donde continuará este evento histórico de organización y lucha feminista y disidente, porque como quedó marcado a fuego en la calles de San Luis, “a la clandestinidad y la invisibilización no volvemos nunca más”.