Una línea de colectivos unirá el Aeroparque Jorge Newbery con el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a partir de noviembre, tras ser autorizado su recorrido por el Ministerio de Transporte.
La única alternativa directa entre Aeroparque y Ezeiza son los servicios de combis privadas y taxis, en ambos casos con grandes diferencias de valor respecto al colectivo: el boleto para viajar en los micros de la empresa Tienda León, por ejemplo, vale actualmente $2.300, mientras que un viaje en taxi puede llegar a valer hasta $ 6.000.
La Secretaría de Gestión de Transporte, dependiente de la cartera dirigida por Alexis Guerrera, autorizó, a través del Boletín Oficial, la fusión parcial y modificación del recorrido de las líneas 5 y 8, ambas concesionadas a Transportes Río Grande.
De esta forma, la nueva línea unirá ambos aeropuertos metropolitanos, atravesando asimismo la Terminal de Ómnibus de Retiro y la homónima estación de trenes, los carriles exclusivos del Metrobús del Bajo, Once y Liniers.
La frecuencia de los nuevos servicios será de entre 15 y 23 minutos en el horario de prestación de los servicios expresos, y de entre 12 y 21 minutos fuera de ese horario.
La nueva presentación sólo será el primer paso de un “plan de conectividad automotor” para Ezeiza y Aeroparque.
Según explicaron fuentes del Ministerio de Transporte a Télam, se buscará sumar más líneas a los dos aeropuertos, modificando sus espacios para que estacionen los colectivos.
Los nuevos servicios conjugarán entre conexiones especiales (expresos) y regulares, además de unidades adaptadas para el traslado de valijas.
Entre agosto de 2014 y hasta su cierre por la administración de Mauricio Macri en febrero de 2018, el Ministerio de Transporte, a través de la empresa ArBus –operada por la estatal Intercargo- unía a Aeroparque con Ezeiza, además de hacerlo con puntos neurálgicos como Puente Saavedra, Puente Pacífico, Retiro y Microcentro.
A través de dicho servicio, los pasajeros de Aerolíneas Argentinas que llegaban a Aeroparque podían utilizar ArBus gratuitamente para combinar con sus vuelos en Ezeiza, beneficio que se prolongó hasta 2016 cuando todos los usuarios pasaron a abonar $200.
La cartera del entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, esgrimió al momento de cerrarla que los colectivos no superaban ocupaciones del 20%.
El nuevo servicio que operará desde noviembre beneficiará especialmente a los pasajeros que necesiten combinar vuelos de cabotaje que aterricen o partan en Aeroparque con los internacionales de Ezeiza.
Al contrario de otras capitales del mundo, Buenos Aires no posee conexiones ferroviarias ni subterráneas entre sus principales aeropuertos.
Desde el cierre de Arbus, la única forma de trasladarse en colectivo es realizando una combinación entre dos líneas, con un tiempo de viaje de no menos de dos horas.