Cuenta la leyenda que días antes del 30 de agosto, o algunos días después, la historia nos devuelve al 1615, cuando la fiesta patronal de Santa Rosa detuvo con una gran tormenta un ataque pirata. ¿Mito, fantasía o realidad?
Santa Rosa nació en el Virreinato del Perú, en la ciudad de Lima el 20 de abril de 1586. Años después, en 1615, llegarían a las costas del pueblo un grupo de barcos holandeses dispuestos a saquear las fortunas del Virreinato.
Al enterarse del hecho, Rosa se instaló en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario para pedirle a la Virgen por la salvación de su pueblo. Una tormenta era el evento climático más favorable que podía ayudar para detener el ingreso de los barcos.
Efectivamente la gran tormenta se desató y los buques no pudieron llegar. Desde entonces, la llegada a la región de la tormenta de Santa Rosa coincide con los primeros aires húmedos que deja la salida del invierno y la llegada de la primavera.
Algunas investigaciones recientes de la Universidad de Buenos Aires revelaron que entre 1906 y 2019 se desataron 9 tormentas sobre Buenos Aires el 30 de agosto. El porcentaje sube los cinco días anteriores y posteriores a la fecha.