Florencia Alvarez se dedica a lo que ama desde muy joven: las danzas folklóricas y el malambo son su vocación. Nacida en el pueblo de Rivadavia, provincia de Mendoza, llegó a Buenos Aires hace cinco años para terminar sus estudios en la Universidad Nacional de las Artes y desde que conoció Almirante Brown volvió a sentirse como en casa.
Lejos de su familia pero con su compañero de vida y de baile, Brown se transformó en su lugar elegido. Primero vivió en Burzaco, luego en Longchamps y ahora en Claypole. “Vivía en Mendoza en una finca, llegar a Capital fue muy duro“, asegura la artista en diálogo con Brown On Line.
En 2018 y 2019 Florencia dio clases en el Centro Cultural Enrique Santos Discépolo de Burzaco. “Antes de la pandemia tenía más trabajo que ahora. Los artistas fuimos los trabajadores más golpeados en la pandemia. Tenía viajes pactados, shows. Actualmente doy clases particulares en Claypole y en Guernica“, cuenta la artistas de danzas folklóricas argentinas y malambo norteño y sureño.
Florencia se consagró subcampeona nacional de malambo y uno de sus sueños es poder obtener el primer puesto. “Es muy dura la vida del bailarín que está compitiendo. Seguimos en carrera y con mucha ilusión, incentivando a mis alumnos y alumnas a que participen porque es un mundo muy sano“.
Hace poco bailó junto a su pareja en Burzaco con la presencia de Saúl Belindo Carabajal, más conocido como Cuti Carabajal . “Almirante Brown tiene una historia muy bonita. En la Feria Internacional del Turismo me acerqué al stand de Brown y me gustó conocerlo. Tiene más sabor a hogar. Me gusta, me mudé varias veces pero siempre en la misma zona. En estos cinco años lo elegí“.
Florencia disfruta de su estadía en Brown, mientras termina sus estudios en la Universidad. Planea seguir dando clases a más alumnos y alumnas y seguir compitiendo en malambo que es un gran motor de vida.