La comunidad de Longchamps recuerda hoy la hazaña del piloto francés Henri Brégi que hace 112 realizó en esa ciudad el primer vuelo controlado a partir de lo cual se la reconoce como “cuna de la aviación sudaméricana”.
El 6 de febrero del 1910, el joven piloto, a pesar de las malas vibras por todos los intentos fallidos de vuelo que lo antecedieron, tomó el mando del aeroplano Voisín y se echó a volar durante 16 minutos en el viejo aeródromo de Villa Longchamps convirtiéndose en el primer aviador en dirigir un aeroplano a motor en Sudamérica.
La demostración se concretó en los festejos por el centenario y la inauguración de la estación ferroviaria de Longchamps, en las que también hubo carreras de automóviles y motocicletas que fueron presenciadas por más de 3 mil vecinos y diversas personalidades de la aeronaútica nacional, entre ellos el Ingeniero Jorge Newbery, fueron testigos de esa hazaña.
Una vez termina su hazaña en los aires, Brégi volvió a Francia y cuando estalló la Primera Guerra Mundial se enroló para su ejército. En enero de 1917 mientras perseguía un submarino alemán, su avión -que tantas alegrías le había dado- cayó al mar y terminó con la de este aventurero piloto que siete años antes había logrado un hito ineludible en la historia de la aviación argentina y sudamericana.