Una cortina de aplausos la hizo sonreír tras depositar el voto, esta mañana del 14 de noviembre de 2021. “Me aplaudió el pueblo”, le dijo luego a su yerno. Es que la abuela María Julia Kupraszewicz, 91 años, hija de polacos, un temple a prueba de tempestades, emitió su primer voto en 1951, cuando Juan Domingo Perón y Ricardo Balbín eran las dos opciones electorales y esa palabra -“pueblo”- tenía un significado importantísimo. Setenta años más tarde, este 14 de noviembre, María Julia entró otra vez al cuarto oscuro y dice que lo hizo “para que el país salga adelante”.
“Me emociona venir a votar. Voto porque quiero que el país vaya para adelante y que la gente trate de trabajar porque esa es la única manera en que vamos a lograrlo: tra-ba-jan.-do”, le dice la abuela María Julia a Brown On Line.
Cuenta que nació “en el campo”, porque así era el barrio de San José en los años de su infancia. “Era un campo grandísimo y había hornos de ladrillos, donde trabajaba mi padre. Cuando yo tenía 15 años, mis padres, que tenían 7 hijos, hicieron nuestra casa. Antes, cuando te comprabas un terreno te regalaban 5000 ladrillos para que hagas tu casa”, cuenta la abuela.
Embarrada llegaba a la escuela, cruzando por caminos sin nombres ni calles marcadas, de San José hasta el barrio La Perla, donde estaba el asfalto. Así hizo sus estudios. Pero María Julia tenía incorporada la cultura del trabajo.
“Antes había que trabajar sí o sí. Yo no quería seguir cosiendo con mi mamá, pero tenía 17 años y para trabajar hice algo que no se debe hacer: falsifiqué el documento para entrar en una empresa textil de Lomas de Zamora”, cuenta.
Eran tiempos del primer peronismo, un ideario político al que María Julia suscribió de inmediato, ya desde su rol de obrera industrial. “Siempre votaba el peronismo porque era lo más importante para la gente que trabaja. Seguimos votando al general siempre. Lo que vino después no me acuerdo, no me lo preguntes”, dice pícara.