El presidente de Temperley le realizó el transplante a Laureano, quien sufre una enferme-dad congénita en las vías urinarias. La operación salió bien y hay mucha esperanza.
Lejos de la bochornosa votación de la AFA, que tiene en vilo a los dirigentes d elos clubes más importantes del fútbol argentino, Hernán Lewin, presidente de Temperley lucha contra algo muchisimo más importante que una absurda lucha de poderes. El dirigente gasolero le pone el pecho a una tediosa enfermedad de su hijo, a quien le donó un riñón en lo que es el partido más importante de su vida.
Laureano Lewin posee una enfermedad congénita en las vías urinarias y su padre ni dudó en donarle un riñón, pese a que primero buscaron evitar la operación. “Los médicos trataron de evitar el trasplante pero tras varios años de espera decidieron hacerlo porque ya no había más opción. Y decidimos que sea yo quien lo done porque el grado de compatibilidad es mayor que el de mi mujer”, manifestó el titular del Gasolero.
La intervención quirúrgica se realizó el 4 de diciembre en el Hospital Italiano, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. “El martes le sacaron el riñón (a Laureano) y a los dos días le hicieron la operación del tras-plante. Fue duro, estuvo mucho días acostado, pero se la bancó”,había señalado el empresario del turismo estudiantil.
La noticia sacudió al ambiente futbolero y los dirigentes de Los Andes, clásico rival de Temperley, le expresaron cariño a través de su cuenta ofi-cial de Twitter:
#FuerzaLewin Bendiciones y muchos éxitos para @hernan_lewin, quien mañana le donará un riñón a su hijo Laureano. pic.twitter.com/vSg14Rev4S
— Club Los Andes (@clublosandes) diciembre 2, 2015
Y Lewin no se olvidó de quienes le brindaron fuerzas y expresó en su cuenta de Facebook: “Muchas gracias a todos por el apoyo y las muestras de afecto. Ahora vamos a seguir juntos a la par siempre. Y ya le demostramos a la vida, que aunque a veces sea dura, duela o te llene de miedo, nunca vamos a bajar los brazos”.
Ya mirando hacia adelante, el mandamás Gasolero agregó: “Una vez que me den el alta, me voy a quedar toda la semana al lado de mi hijo. Y seguramente, después de todo esto, me tomé unos días de vacaciones con mi familia. Necesitamos descansar”.
Final feliz para para Hernán Lewin, que ganó el partido más difícil y le regaló vida a su hijo.
Informe: Andrés Rebora (El Argentino Sur)