Un vecino de Adrogué, especialista en robótica, tiene un pasatiempos muy especial: construye esculturas con desechos y las expone en el frente de su vivienda. Se trata de obras gigantescas que lucen en el jardín y en el techo de la casa.
“Los robots están hechos con materiales reciclados, partes de autos, partes de computadoras, cables, maderas“, explica Marcelino, un amigo de Federico, el dueño de la vivienda. “¿Por qué los instalé en mi domicilio? Por mi pasión por la robótica. Y porque tengo ganas de que se conozca todo lo que se puede hacer“, dice el vecino de Adrogué.