Durante tres meses, el periodista y escritor Rodolfo Walsh, ícono del oficio durante los años de dictadura más crudos de nuestro país, perseguido ferozmente por los militares, fue quien vivía bajo la identidad falsa de Norberto Freyre en un barrio de Alejandro Korn.
La casa la compró con el mismo documento que había utilizado para escribir Operación Masacre, cuando por primera vez sintió la urgencia de una identidad falsa y papeles apócrifos. Más de quince años después ese documento permitió a Rodolfo Walsh ser Norberto Freyre otra vez, en San Vicente.
La última casa de Walsh y la primera y única que fue suya después de varias mudanzas obligadas, está hoy ocupada por una familia desde hace más de 30 años. La Municipalidad de San Vicente la declaró “Patrimonio Cultural, Histórico y Arquitectónico” de ese distrito en 2008.
La casa de San Vicente fue el lugar en que Walsh se refugió cuando el gobierno militar todavía no había cumplido su primer aniversario. Sin la esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido pero fiel al compromiso que había asumido mucho tiempo antes, dedicó los últimos tres meses de su vida a la literatura y el periodismo, a dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh fue asesinado por la dictadura militar el 25 de marzo de 1977 después de publicar su famosa “Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar”.
El 24 de marzo al cumplirse un año de la dictadura, envió su famosa Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar a las redacciones de los diarios. Nadie la publicó. Tan sólo un día después, el 25 de marzo, entre las 13.30 y las 16.00, Walsh fue secuestrado por un grupo de Tareas de la ESMA -comandado por el oficial de Inteligencia García Velasco- en la esquina de San Juan y Entre Ríos.
Hasta este día, su cuerpo está desaparecido: los militares asesinaron al hombre que decidió, para siempre, ser “fiel al compromiso de dar testimonios en tiempos difíciles”.