El comedor “La Casita de la hora feliz” que desde 2003 asiste a muchas familias de la zona de Claypole, especialmente a niños, recurre a la solidaridad de la comunidad para seguir llevando adelante su labor comunitaria.
Desde la ONG Seprecom, quienes llevan adelante la iniciativa, contaron que “el comedor cuenta con ayuda del municipio y también de particulares que brindan lo que pueden para colaborar, pero ante la aguda crisis económica y social que actualmente atraviesa nuestro país, especialmente grave para muchas familias que se vieron afectadas por la actual pandemia de Covid-19, toda ayuda es poca, por lo que necesitan nuestra colaboración para continuar su importante labor.”
Jorge Ibarra, dueño del corralón “El Pucara” y uno de los responsables a cargo del comedor, apela a la solidaridad de todos. “Toda ayuda es importante para continuar brindando una mano a quienes más lo necesitan”. Y dejó en claro que toda ayuda, grande o pequeña, es bienvenida y todas las donaciones serán aprovechadas para ayudar a la gente.
El comedor está ubicado en la calle Luis Simari 1716 de la localidad de Claypole y necesita verduras, leche, carne y cualquier alimento no perecedero, como fideos, legumbres, arroz.
A aquellos que puedan y deseen sumar su grano de arena puede contactarse con Claudia Lucero al celular: 117-050-1032.