El aumento de casos de coronavirus registrado en los últimos días en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) es seguido con atención por el Gobierno nacional, que decidió monitorear la situación en forma conjunta y en reuniones periódicas con las autoridades bonaerenses y porteñas.
Así quedó acordado en la tarde del miércoles en una reunión que mantuvo el presidente Alberto Fernández con el gobernador bonaerense Axel Kicillof y con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la Quinta Presidencial de Olivos.
Los tres mandatarios coincidieron en reforzar el llamado a la población, apelando a la “responsabilidad” individual, para que se “extremen los cuidados”, indicaron fuentes oficiales.
Fernández, Kicillof y Larreta admitieron su “preocupación” por el aumento de casos y decidieron que, a partir de la semana próxima, mantendrán mayor contacto sobre esta situación y le darán dinamismo a los encuentros para evaluar la situación sanitaria y los partes diarios de casos del Covid-19, aunque por ahora no están previstas nuevas restricciones.
“No estamos para cerrar algo concreto por ahora”, señalaron fuentes de la Gobernación bonaerense, y aclararon se va a ir “monitoreando” la pandemia y esa posibilidad es lejana.
“Sí queremos hacer una fuerte advertencia por el relajamiento general”, indicaron las fuentes, y apuntaron a la dependencia “de los comportamientos sociales, cumplimientos de los protocolos y los cuidados” para evitar una segunda ola.
“Cuando pensamos las reuniones de hasta 200 personas, al final, por sugerencia de los intendentes, y por la suba de casos, dimos marcha atrás”, ejemplificaron.
Rodríguez Larreta fue acompañado por el vicejefe del Gobierno porteño, Diego Santilli, quien no participó de la reunión; y luego ambos se retiraron en un automóvil sin hacer declaraciones; en tanto que Kicillof se fue al mismo tiempo, en el helicóptero de la provincia de Buenos Aires.
La última reunión que habían mantenido cara a cara los tres funcionarios había sido el 9 de noviembre último, también en Olivos, y los encuentros siguientes fueron encabezados por sus respectivos jefes de Gabinete o por los ministros de Salud.
Antes del encuentro de este miércoles, Kicillof había asegurado a Radio con Vos que tanto él como los intendentes están “preocupados” por el aumento de contagios y pidió “seguir cuidándose”.“Me parece que ha habido un relajamiento, incluso con la vacuna creo que tuvo el efecto contraproducente. A partir de que anunciamos la llegada de la vacuna, hay algunos que dijeron ´ya pasó´ y no es así”.
Consultado sobre la posibilidad de cerrar la temporada turística estival, Kicillof dijo que “depende de los comportamientos sociales, cumplimientos de los protocolos y los cuidados, la conciencia que tenga cada uno, la responsabilidad”.
“Lo vemos en todo Europa, hay toque de queda en un montón de países europeos, para que la gente no salga a la noche, pero no quiero tirar ningún título”, aclaró el gobernador, que señaló que este crecimiento de casos “es desde hace dos semanas, en medio de las fiestas”.
Kicillof reconoció que “el drama que había con las vacaciones es el intercambio el virus, con sus portadores de una zona a la otra”.
“Esperemos tener la mayor cantidad de gente vacunada para otoño, de donde venga, siempre y cuando la apruebe Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) que es nuestro organismo”, concluyó.
En las últimas 24 horas, se registraron 11.650 casos en todos el país, de los cuales 4.417 correspondieron a la provincia de Buenos Aires y 996 a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cifras que han ido en forma crecientes en los últimos días atrás.
El país está en Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Dispo) que Fernández decretó hasta el 31 de enero próximo, de acuerdo a lo anunciado por el primer mandatario el 18 de diciembre pasado.