El 30 de noviembre es el Día Internacional de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria en apoyo a las personas que enfrentan estos trastornos, así como también a familiares y amigos. Argentina es el segundo país a nivel mundial con más casos de anorexia según un informe de Fundación La Casita.
Los trastornos de la conducta alimentaria son alteraciones y desórdenes mentales que afectan a la ingesta y al peso de la persona que los padece. Entre los TCA más conocidos se encuentran la bulimia y la anorexia. Se esconden dificultades psicológicas graves y complejas que repercuten en el funcionamiento normal de la vida diaria de la persona enferma.
Los factores causantes de los trastornos de comportamiento alimentarios son una combinación de elementos psicológicos (influencias familiares y conflictos psíquicos) y sociales (influencias de sus pares y expectativas sociales). Afecta mayormente a mujeres, con una proporción de 9 mujeres por 1 hombre. No obstante, cada vez se observan más casos de hombres afectados con dichos trastornos.
a Anorexia Nerviosa se caracteriza principalmente por la auto negación de las comidas y la pérdida excesiva de peso. Sus síntomas incluyen los siguientes:
- U
- na preocupación constante por mantener un peso corporal bajo.
- Un miedo intenso hacia el aumento de peso y la obesidad.
- Una imagen corporal distorsionada.
- La pérdida de tres períodos menstruales consecutivos (amenorrea).
La Bulimia Nerviosa se caracteriza principalmente por periodos en los cuales uno come demasiado, seguidos por vómitos provocados en secreto. Sus síntomas incluyen los siguientes:
- Una pérdida de control durante los vómitos.
- Vómito auto inducido, utilización de laxantes, pastillas de dieta, diuréticos, ejercicio excesivo o ayunos.
- Una preocupación extrema por el peso y la figura.
Qué debemos hacer en casa para evitar este tipo de problemas
- Cuidar la forma en que nos expresamos respecto a nuestro aspecto físico y el de los demás. Esta manera de expresión tendrá una poderosa influencia sobre nuestros hijos.
- Centrar la atención en la conservación de la salud, quitándole valor al peso.
- Instaurar un estilo de vida activo en casa, considerando actividades físicas acorde a gustos y posibilidades.
- Abordar el mito del “cuerpo perfecto”. Es importante escuchar a nuestros hijos cuando se refieren a esta falsa perfección para conversar con ellos y orientarlos utilizando palabras acordes a su edad y nivel de comprensión.
- Estar atentos a la mínima muestra de acoso; comentarios despectivos o agresiones verbales o físicas que pueda recibir el menor por parte de amigos. Esta situación puede desencadenar problemas en su salud mental.