Pablo Rey vivió durante 33 años en Turdera y desde hace seis años vive en Nápoles, donde es padre de un niña de un año y medio que grita del otro lado del teléfono mientras papá le dice a Brown On Line que “no hay para la ciudad de Nápoles ningún ídolo comparable con Maradona. Es el ídolo absoluto de Nápoles. Maradona solo es comparable con San Genaro, pero es Diego el santo patrono de Nápoles”.
Rey intenta una comparación para narrar qué significa para esa ciudad del sur de Italia el astro argentino muerto a las 12.20 del 25 de noviembre en su casa de Tigre, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. “Ya cambiaron el nombre del estadio, que no es del club sino de la ciudad; ahora se llama Diego Armando Maradona”, dice Pablo.
“Hay que vivir acá para entender lo que significa Maradona para Napoli. Su figura es una estampita a la altura de las religiosas y está en las carnicerías, en las panaderías, en los bares, en los murales, en el corazón de los napolitanos. Todos hablan de Maradona. Diego abrió el corazón de los napolitanos para los argentinos”, cuenta Pablo.
“Maradona es el ídolo absoluto de la ciudad, no puede compararse con nadie”, dice Rey. Tal es la devoción por Diego que decir que uno es argentino en Nápoles es abrirse sin querer cualquier puerta. Al joven de Turdera la identificación con Diego lo ayudó en los trámites que debió hacer en las oficinas públicas: le adelantaron turnos, le solucionaron trámites que a otros les hubiera llevado meses.
“Los chicos que no lo vieron jugar llevan su camiseta, su figura está en toda la ciudad. Nápoles está llena de figuras de Maradona, llena”, dice Rey, hincha de Boca que lo vio en cancha en el regreso del 10 en 1997. Y cuenta una historia increíble: cuando Napoli salió campeón apareció una pintada en la puerta del cementerio de Nápoles. “No saben lo que se perdieron”, decía.
“Es un mensaje muy fuerte, que deja en claro lo que significa para el pueblo napolitano, siempre resignado detrás del norte, tildado de pobres, vagos, cabecitas negras. Maradona les dio esa revancha dentro de la cancha”, dice Rey.