El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que “es responsabilidad del Estado cuidar la vida y la salud de quienes deciden interrumpir su embarazo durante los primeros momentos de su desarrollo”, al anunciar el envío al Congreso de un proyecto para la legalización del aborto y otro para garantizar la salud integral de mujeres embarazadas y niños y niñas en sus primeros años de vida.
A través de un mensaje emitido a través de las redes sociales, el primer mandatario hizo oficial el anuncio de un proyecto que, como él mismo recordó, había comprometido durante su campaña electoral y también en su primer discurso ante el Congreso Nacional, en marzo pasado.
“He enviado al Congreso de la Nación para su tratamiento, dos proyectos de ley para que todas las mujeres accedan al derecho a la salud integral. El primero de ellos legaliza la interrupción voluntaria del embarazo y garantiza que el sistema de salud permita su realización en condiciones sanitarias que aseguren su salud y su vida”, dijo el jefe de Estado.
Explicó que la segunda iniciativa “instituye el Programa de los Mil Días, con el objeto de fortalecer la atención integral de la salud de la mujer durante el embarazo y de sus hijos e hijas en los primeros años de vida”.
Fernández subrayó que la criminalización del aborto -que se viene llevando a cabo como política punitiva en Argentina a excepción de los casos descriptos por el Código Penal- “de nada ha servido y solo ha permitido que los abortos ocurran clandestinamente en cifras preocupantes”.Recordó que “las mujeres más vulnerables y en situación de pobreza son las mayores víctimas” del actual sistema legal.
“Ellas deben someterse a prácticas inseguras por no poder costear lo que un aborto implica. Muchas de ellas mueren en el intento o quedan afectadas en su salud por siempre”, remarcó.
“Cada año se hospitalizan alrededor de 38.000 mujeres por abortos y desde la recuperación de la democracia murieron más de 3.000 mujeres por esa causa. La legalización del aborto salva vidas de mujeres y preserva sus capacidades reproductivas, muchas veces afectadas por abortos inseguros. No aumenta la cantidad de abortos ni los promueve. Sólo resuelve un problema que afecta a la salud pública”, añadió.
Además, se refirió a la experiencia internacional y citó los casos de Ciudad de México y de Uruguay, donde la legalización permitió que “disminuyan los abortos y las muertes que ellos causan”.
“El debate no es decirle sí o no al aborto. Los abortos ocurren en forma clandestina y ponen en riesgo la salud y la vida de las mujeres que a ellos se someten. Por lo tanto, el dilema que debemos superar es si los abortos se practican en la clandestinidad o en el sistema de salud argentino”, agregó.
Fernández desestimó que la legalización del aborto implique “una carga extra para el sistema de salud”, ya que “los procedimientos validados y que se utilizan con estándares de la OMS (Organización Mundial de la Salud) son en su mayoría ambulatorios, no quirúrgicos y farmacológicos”.