La primera recopilación de “Memoria Trans” en formato papel invita a asomarse a la vida cotidiana de las travestis de los años ’40 a ’90, a través de imágenes tomadas por ellas mismas en contextos festivos que contrastan con la dureza de algunos relatos familiares de exclusión y rechazo.
En años sin ley de identidad de género y con plena vigencia de abusos policiales que las criminalizaban, las 336 páginas a todo color del libro “Archivo de la Memoria Trans” salió en preventa la semana pasada y estará en librerías a partir de enero 2021.
“El proyecto surge con la exposición fotográfica del Archivo de la Memoria Trans en el Haroldo Conti, ‘Esta se fue, a esta la mataron, esta murió’ en el 2017, cuando nos empezaron a leer como protectoras de una historia y a pensarnos con un libro que estuviera a la altura de cualquier otro de fotografías“, dijo a Télam la directora del archivo, María Belén Correa.
El libro funciona como “un álbum familiar”, elaborado con una lógica colaborativa como ocurre entre parientes, cuando a alguien se le ocurre compilar las imágenes que dan cuenta de la historia común y “le pide una foto a cada”, señaló Correa.
La obra evoca a la identidad del grupo retratado, con su “tapa rosa y letras de glitter” que señala: “las maricas no se mueren, sino que se convierten en purpurina”. La obra incluye 219 imágenes entre instantáneas y cartas, postales y tarjetas.
“En este libro nadie habla por nosotras, como siempre se hizo“, cuenta Correa. Los textos fueron tomados de los comentarios y posteos disparados por esas mismas imágenes en un grupo cerrado de Facebook integrado por más de 1.600 personas travestis y trans.
La construcción del relato trans
Las fotografías más antiguas son de 1940 y fueron aportadas por Malva Solís, que en 1951 fundó la primera organización trans de la que se tenga registro: “Maricas Unidas Argentinas”. Malva falleció en 2015 a sus 93 años y es una de las integrantes más longevas de una comunidad trans que tiene una expectativa de vida de tan sólo 38 años.
“Todas las participantes del libro son mayores de 40”, es decir, “sobrevivientes” de las múltiples vulneraciones de derechos durante su vida. La autora del libro explicó que el carnaval tenía “un significado de libertad” para la expresión de la identidad trans queno corría el riesgo de ser reprimida por la policía y era celebrada por el público.
El libro cuenta también la historia de muchas trans en situación de prostitución que murieron atropelladas en la autopista cuando escapaban de la policía que las podía encarcelar hasta 90 días por “vestimenta del sexo contrario” o “incitación al acto carnal”.
“O cruzabas la Panamericana corriendo o pasabas 30 días presa o pagabas a cada patrulla que pasaba pero por ahí le habías pagado a tres y para el cuarto ya no tenías o resulta que te tenía que llevar igual para completar el libro (de arrestos diarios)“, recordó.
La obra refleja también los numerosos exilios internos y externos en la comunidad. “No solo estaba el asedio familiar sino de la sociedad, por eso la de Paraná viajaba a Santa Fe, la de Santa Fe a Rosario, la de Rosario a Capital y la de Capital a Europa”.
Ya 9 mil cambios de DNI fueron registrados por el Registro Nacional de las Personas (Renaper) desde la sanción de la ley de identidad de género en el 2012 hasta febrero 2020 de los cuales sólo 90, es decir, el 1%, correspondieron a personas mayores de 60 años.