Una encuesta realizada por estudiantes y docentes de la carrera de Óptica y Contactología de la Universidad Nacional del Sur (UNS), de la ciudad de Bahía Blanca, reveló que el 52% de los alumnos y alumnas están frente a pantallas más de nueve horas al día, y que 8 de cada 10 presentan síntomas de fatiga visual en el marco de la cuarentena por el coronavirus.
Desde la UNS se informó que, “antes del cursado virtual, a partir del primer cuatrimestre, el 7,5% de los estudiantes utilizaba dispositivos como computadora o celular más de nueve horas al día, mientras que durante la cuarentena ese porcentaje subió al 52%”.
Según se indicó, el cuestionario fue respondido por 1.129 personas, entre alumnos, docentes y no docentes, y también se reportó que “el 83% de los encuestados indicó que tuvo sensación de ojos secos, picazón y visión borrosa, entre otros“.
“También la mitad de los encuestados presentaron dolores de cabeza de manera más frecuente durante la noche, y un 35,3% experimentó desenfoque después de trabajar frente a las pantallas”, agregaron.
Por su parte, la docente Doris Rivadeneira, a cargo del programa, señaló que “antes de la cuarentena, el 50% de los alumnos estaba frente a la pantalla de tres a seis horas, mientras que ahora casi esa misma proporción el 52% está más de nueve, por lo que eso implica la duplicación del tiempo de exposición”.
“Un dato importante es que 4 de cada 10 personas no tiene conocimiento de la existencia de métodos para reducir o evitar el cansancio visual, y casi un 17% no aplica los métodos más allá que los conoce”, agregó Rivadeneira.
Entre las recomendaciones, sugirieron “realizar pausas visuales, aumentar la frecuencia de parpadeo al utilizar pantallas de visualización digital y trabajar en condiciones de luminosidad adecuadas“, entre otros.
La docente indicó que el estudio concluyó que la “sobreexposición” de los dispositivos digitales en los hogares, donde no se cuentan “condiciones adecuadas en cuanto a iluminación, ventilación, protección visual, y mobiliario”, llevó a un “mayor esfuerzo visual”.
“Nuestro sistema visual no está preparado para pasar largas jornadas trabajando en visión próxima”, indicó Rivadeneira.