“Se murió Quino. Toda la gente buena en el país y en el mundo, lo llorará”. Así informó Daniel Divinsky, su editor de Ediciones La Flor, la muerte de Joaquín Salvador Lavado, alias “Quino”, dibujante excelso, tal vez el último de una generación irrepetible y creador de Mafalda, leyenda de las historietas y el humor gráfico argentino, traducida a más de 30 idiomas.
Mendocino de Guaymallén, Quino tenía 88 años y además de haber creado a la genial Mafalda y su universo ingenioso, sensible, contemplativo y contestatario, era un dibujante de alta calidad.
De un humor ácido e incluso cínico, Quino ahondaba en la miseria y el absurdo de la condición humana, lo que lo llevaba a abordar temas como la burocracia, los errores de la autoridad, las instituciones inútiles.
Traducido hasta en Braille y en guaraní, Quino hacía gala de un humor negro propio de la Andalucía de sus padre. En 1945, al morir su madre, inició estudios de dibujo en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza, pero cuatro años después abandonó para meterse en el mundo gráfico y la historieta con el nombre de Quino, como le llamaban de pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, quien despertó su vocación de dibujante.
Nace Mafalda
Mafalda apareció por primera vez en “Gregorio”, el suplemento de humor de la revista “Leoplán” el 29 de septiembre de 1964, y comenzó a publicarse todas las semanas en “Primera Plana”, de Buenos Aires.
La historieta pasó a ser uno de los mayores íconos de la cultura popular y nació de un encargo para una compañía de electrodomésticos, y posteriormente fue creciendo como la niña rebelde y cuestionadora que reflejaba el mundo de los años 60: las inquietudes sociales y políticas de la clase media argentina, y los temas de impacto social como la injusticia, la guerra, el racismo.
Junto a Mafalda aparecieron sus amigos, el materialista Manolito, el soñador Felipe, la chismosa Susanita, el inocente Miguelito, el tierno Guille y la izquierdista Libertad, ayudaron al componer un mosaico social que trascendió fronteras, pues las tiras fueron traducidas a 30 idiomas y llevadas al cine y la televisión.
Con el éxito que fue alcanzando Mafalda en marzo de 1965 comenzó a aparecer en el diario El Mundo hasta diciembre de 1967, después continuó en el semanario Siete días.En 1969 se publicó el primer libro de Mafalda fuera de Argentina (“Mafalda la contestataria”) en Italia; en 1970 llegó a España, y en 1972 Quino publicó su segundo libro de humor gráfico titulado “A mí no me grite” y en 1973, el tercero: “Yo que usted”.
Ese mismo año, dejó de dibujar Mafalda, si bien recuperó el personaje en varias ocasiones por causas benéficas. Sus publicaciones en la Argentina fueron discontinuadas por el propio Quino en 2009, cuando decidió que la revista Viva no siguiera publicando semanalmente sus historietas ya dibujadas a pesar de la vigencia que tenían.
“Me pregunto cómo es posible que yo haya dibujado hace tanto tiempo cosas que siguen pasando hoy”, dijo ‘Quino’ cuando en 2004 se inauguró en Buenos Aires una muestra con trabajos de sus 50 años como dibujante.
En 2012 la tira Mafalda llegó en formato eBook a la Tienda Kindle de Estados Unidos en español, y en diciembre de 2012 hace su llegada oficial a las redes sociales, con las cuentas en Twitter, Facebook y Pinterest, una forma de mantener vivo a este irrepetible Quino, el padre de la criatura.