Amplias calles, árboles centenarios. Tejados bajos y plazas tranquilas. Almirante Brown cumple 147 años de historia y es uno de los distritos más grandes de los 135 que conformar a la provincia de Buenos Aires. Desde Glew a San José y de Malvinas Argentinas hasta Ministro Rivadavia, cada localidad logró construir su identidad con sello propio.
Empedrados, monolitos, residencias históricas y notables artistas constituyen un paisaje que mezcla la literatura con el free style. Algunas, como Longchamps, con Obelisco propio y helipuerto. Otras, como Burzaco, con el primer monumento a la bandera y su gran parque industrial, un polo importantísimo de producción de la provincia.
Adrogué y sus eucaliptos inmortalizados por la pluma de Jorge Luis Borges. Rafael Calzada, con su histórico arco y un campeón mundial de boxeo: cada localidad de Almirante Brown tiene su propia estrella. En cada una de ellas habitaron y habitan grandes personalidades y comunidades civiles.
La urbanización se cuela con las marcas rurales que sobreviven en muchos espacios. Ministro Rivadavia es un ejemplo de ello. La gran extensión territorial atravesada en su mitad por el Tren Roca
Un poco de historia
El 30 de septiembre de 1873 se emitió la ley provincial № 856 por la cual quedaba establecido el Partido de Almirante Brown. Su nombre había sido designado en honor al almirante Guillermo Brown, héroe de la marina argentina en la guerra contra Brasil en 1826.
El Municipio fue creado sobre terrenos lindantes con Quilmes, San Vicente y Pueblo de la Paz (actualmente Lomas de Zamora) y cobró gran impulso a partir del diseño urbanístico que Esteban Adrogué le encomendó al arquitecto italiano José Canale.
La Escuela N° 1 fue la primera en construirse y se inauguró en marzo de 1874, ese mismo año se resolvió por decreto que Adrogué sería la principal localidad del Distrito. Luego abrió sus puertas la Iglesia San Gabriel Arcángel, el 6 de enero de 1878. Por último, fue inaugurado el Palacio Municipal en 1882. Hasta ese momento, las autoridades había instalado sus oficinas en el edificio conocido como “La Cucaracha”.
La bandera de Almirante Brown fue presentada el 30 de septiembre del 2013 y fue izada por primera vez. La sociedad civil fue invitada a participar de la creación de nuestra insignia y as propuestas seleccionadas como finalistas fueron exhibidas en la Casa de la Cultura de Adrogué.
Soldi, el hombre que eligió Glew para ampliar su universo pictórico
Raúl Soldi se crió escuchando la música de sus hermanas, el violoncello de la menor y el piano de la mayor. A los seis años empezó a escribir y recién a los 15 comienza a desandar el camino que lo iba a llevar a ser una marca en la pintura no sólo de Glew, por haber pintado los frescos de la Capilla Santa Ana, sino también en el mundo: es el único pintor argentino que tiene dos cuadros con su firma en El Vaticano.
A los 16 años empezó a hacer reproducciones de las obras de Benito Quinquela Martín y Cesáreo Bernaldo de Quirós. La revistas Caras y Caretas publicó esos trabajos. Entonces, el niño Raúl pensó en la Italia de sus padres, en los pintores clásicos y en las corrientes que sabía que estaban pintando el mundo desde allá. Viajó. Recorrió museos y se llenó del aire del Viejo Continente. Volvió a la Argentina con la firme idea de estudiar Bellas Artes, pero dejó a los pocos años y volvió a cruzar el océano. Ya era 1924.