Un peritaje balístico determinó que Jorge Ríos, el herrero jubilado que mató a uno de los cinco delincuentes que lo asaltó en su casa de Quilmes en julio pasado, disparó “a una distancia superior a los 50 centímetros”, y para la defensa ese estudio refuerza la hipótesis de que la víctima actuó en legítima defensa.
Se trata de un peritaje realizado sobre la ropa que vestía el asaltante fallecido Franco Martín Moreyra (26 años), alias “Piolo”, el cual fue realizado por el Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora e incorporado al expediente que tiene a Ríos como imputado sin prisión preventiva como autor del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.
La autopsia al cuerpo de “Piolo” Moreyra indicó que el delincuente recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal que le causó la muerte, señalaron voceros judiciales.
Según el peritaje, al que tuvo acceso Télam, los disparos efectuados por el jubilado se efectuaron “a una distancia superior a los 50 centímetros”, y que en las prendas analizadas “no se observaron restos de pólvora, ahumamiento o quemaduras” producidas por un arma de fuego.
El estudio fue realizado sobre un pantalón de jeans azul, una bufanda, dos remeras deportivas, dos camperas y un par de zapatillas pertenecientes que llevaba puestas Moreyra al momento del hecho.
Este peritaje solicitado por el fiscal a cargo del caso, Ariel Rivas, tenía como finalidad la “búsqueda de residuos de pólvora y efectos balísticos. En particular, tatuaje y ahumamiento, distancia de disparo, restos de disparo y cualquier otro dato de interés que surja a criterio del perito”.
Fernando Soto, abogado de Ríos, aseguró a Télam que tras el resultado del análisis “no hay dudas de que se trató de una legítima defensa”.“Este resultado, unido al de la autopsia, nos da la prueba de que los disparos no fueron producidos en el lugar donde fue hallado el cuerpo (de Moreyra)”, señaló el letrado.
Soto dijo que en la autopsia, los disparos “eran de abajo hacia arriba” y que Moreyra “estaba acostado”, y agregó: “Si (los disparos) fueran al lado, (Moreyra) necesariamente tendría que tener restos de pólvora en el cuerpo o en las ropas. Además, no hay registros de disparos en el lugar del hecho”.
Según el abogado, los disparos peritados son de cuando Moreyra escapaba hacia la casa vecina, “por la distancia, la trayectoria y porque no atraviesa el cuerpo”, y señaló que en la filmación se observa que su defendido “se acerca pero en ningún momento dispara”.
El letrado aseguró que en los próximos días insistirán con el sobreseimiento del jubilado ya que, a su criterio, se trató de un caso de “legítima defensa privilegiada”, como lo prevé el artículo 34 del Código Penal.
El hecho ocurrió la madrugada del 17 de julio pasado, cuando cinco delincuentes ingresaron a robar a la casa de Ríos en la calle Ayolas al 2700, en Quilmes Oeste. Según la investigación, el hombre fue sorprendido mientras dormía, golpeado e intimidado con un destornillador por los asaltantes, por lo que extrajo una pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros y les efectuó varios disparos con los que los hizo huir.
En las imágenes de las cámaras de seguridad que registraron el episodio -y son prueba clave en el expediente-, se ve que uno de los ladrones, luego identificado como Moreyra, quedó rezagado del resto de la banda porque estaba herido en un tobillo y trató de huir rengueando hasta que cayó a la vuelta de la esquina.
En los mismos videos se ve que Ríos salió armado de su casa y alcanzó a Moreyra, lo pateó y, aparentemente, le disparó y lo mató de dos balazos, según determinó la autopsia. Por el hecho, fueron detenidos e imputados los cuatro supuestos cómplices de Moreyra, identificados como David Ezequiel Córdoba (25), Cristian Chara (23), Martín Ariel Salto (27) y Claudio “El Enano” Dahmer (27).